Han pasado semanas, muchas semanas, desde que el Gobierno de Canarias apuñaló al Rally Islas Canarias al no aportar los 120.000 euros previstos, algo que propició que se saliera del Campeonato de Europa de Rallies (ERC).
Muchos pensarán, con más o menos razón, que para como están las cosas ese y otros dineros son mucho, pero no podré estar nunca de acuerdo debido al retorno publicitario que se lograba con un canal televisivo como Eurosport y a la visita y gasto de aficionados extranjeros, nacionales y locales. Para tirar dineros ya está la gestión de los maravillosos políticos españoles con aeropuertos sin acabar, chanchullos con obras públicas para cobrar en B y miles de burradas más que dan para llenar millones de libros... Sí, esos mismos a los que les parecen mucho 120.000 euros y que luego gastan millonadas en inversiones publicitarias de dudosa rentabilidad.
El negocio era evidente para todos y la publicidad, con la imagen de las islas Canarias con Gran Canaria como principal reclamo, era muy clara ¿Por qué deciden entonces no apoyar y perder más que lo que se gana? Nunca lo entenderé. Sólo cuestiones totalmente irracionales me podrían aclarar tremendo desaguisado. La única verdad es que la prueba no está ya entre las mejores del mundo en el European Rally Championship y que no volveremos a ver coches y pilotos de mucho nivel que acabaran en la élite mundial del WRC. Pero, casi igual de importante, tampoco a muchos turistas extranjeros que nos visitaban con la excusa de la celebración de esta carrera.
Ahora entramos en una nueva dimensión donde habrá que pagar a pilotos invitados como Carlos Sainz y Juha Kakkunen para lograr el tirón de los aficionados y también el mediático. Esperemos que le salga bien la jugada a un Luis Monzón al que le han caído palos por todos lados cuando creo que, en mi modesta opinión, hay que estarle agradecido, muy agradecido, por haber logrado que antes el IRC y ahora el ERC hayan hecho una parada en Canarias los últimos cuatro años. A día de hoy sólo veo posible que una persona como él pueda lograr el regreso de un certamen tan importante como el promovido por Eurosport Events. Antes fue una realidad, ahora volver a verlo se ha convertido en un sueño difícil de repetir.
No sé cual será el presente y futuro de la prueba, pero sí sé que mientras todos fueron a una –hablo de los políticos canarios, esos que se llenan la boca en la defensa de lo canario y que a la primera oportunidad lo traicionan todo-, esta prueba tuvo un grandísimo pasado logrando movilizar a cientos y cientos de miles de aficionados en sus carreteras.
Esperemos que algún día podamos volver a contar grandes noticias de una carrera que logró una gran notoriedad internacional. Me despido con un mensaje de la campaña electoral del Coalición Canaria: “un gran pueblo, una gran voz”... Lo del ‘gran pueblo’ sabemos que lo somos, pero lo de la voz suena a chiste, porque mira que han existido miles y miles de quejas sobre el presente. Y debe ser que gritamos poco, muy poco, porque oír, lo que se dice oír, nada de nada...
