La 38 edición del Rally Islas Canarias ‘El Corte Inglés’ ya es historia y, gracias a que el galo Didier Auriol, campeón del mundo en 1994, logró ganarla con el Citroën Xsara WRC alquilado para la ocasión al equipo D - Max Racing no hablaremos de un caos total.
No es culpa de nadie que al grancanario Toñi Ponce se le rompiera la carcasa de la caja de cambios entrenándose en el Circuito de Maspalomas la tarde del miércoles y que no hubiera tiempo material de poder reparar la avería; no es culpa de nadie que al alicantino Miguel Fuster se le averiara el motor de su Porsche 911 GT3 en el shakedown de la prueba y tampoco pudiera tomar la salida. También es mala suerte, mucha, que el finés Juha Kankkunen, cuatro veces campeón del mundo de rallies, se le averiara el otro Xsara WRC alquilado en el primer tramo; que el campeón de España de rallies de tierra y campeón mundial de SWRC, el catalán Xevi Pons, tuviera que decir adiós en la segunda especial al romperse la caja de cambios de su Mitsubishi Lancer Evo X.
Con este panorama previo y tras la disputa de la primera etapa no entraba en la cabeza de nadie que en los primeros tramos de la segunda y última jornada se quedaran fuera de carrera los primeros espadas como Luis Monzón (MINI JCW WRC), Fernando Capdevila (Ford Focus RS WRC), Raúl Quesada (Volkswagen Polo GTI DSG), Fran Cima (Seat León Súpercopa), Iván Armas (BMW M3) y Joan Carchat (Evo X), entre otros. Vamos, en definitiva, que tenían más nivel los que no pudieron acabar que los que sí que lo lograron. Eso y que ni el más perverso de los enemigos del rally podía predecir tremendo descalabro.
Después de varias ediciones donde era una auténtica gozada estar en la carrera con los dos años del IRC y el último del ERC, con monturas y pilotos de muy alto nivel, todos sabíamos que el cambio iba a ser duro, pero no tanto. No niego el tremendo esfuerzo y trabajo del promotor Luis Monzón, al que se le agradece el titánico trabajo para atraer patrocinadores y poder asegurar monturas y pilotos de cierto nivel –aunque estuvieran retirados–, y no se le culpa por la retirada de la ayuda del Gobierno de Canarias que dejó a la prueba fuera de la élite de Europa. Pero cuesta adaptarse a estos nuevos tiempos. Se puede mirar la botella medio llena, o medio vacía, pero es evidente que después de lo vivido en el pasado cercano, lo reciente no es lo mejor que se podía esperar.
Otra cosa es lo que se verá en el futuro inmediato tanto en el nacional como en Canarias. En este caso cabe poca duda de que ésta de ‘El Corte Inglés’ será la mejor de todas las pruebas de la temporada. Pero no hay que contentarse con ello y habrá que hacer algo para que el rally sea el que era y no el que no queremos que sea pero que ahora es...
En lo deportivo todos nos quedamos con ganas de ver más, mucho más, porque en otras ediciones uno dormía poco y se levantaba pronto al tener unas ganas enormes de salir a la carretera para ver pasar uno tras otro. Pero entre el viernes y el sábado la ganas de ver carreras que teníamos todos los aficionados no quedaron ni mucho menos colmadas. Desgraciadamente acertaron los que prefirieron dormir...
