El pasado Rally Villa de Teror nos dejó la triste noticia del accidente de Vicente Bolaños y Magnolia Herrera (Mitsubishi Lancer Evo IX) cuando estaban luchando por la victoria de esta cita del Campeonato Provincial de Las Palmas. Una salida de carretera que dejó a piloto y copiloto varios días en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y tocados a varios espectadores que se encontraban en la zona.
Siempre que hay un accidente no es una buena noticia para nadie, y mucho menos aún cuando hay deportistas y espectadores heridos. Aquí entra el debate de si contarlo o buscar intencionadamente ocultarlo; si poner fotos o vídeos de lo ocurrido o dejarlo pasar. Respeto a los que opinan que todo se debe ocultar “por el bien de nuestro deporte”, pero soy de los que opina que todo se debe contar para que luego no vengan los ‘graciosos’ de turno en la búsqueda de lo encubierto para sacarlo luego de contexto. Mejor que sea tratado por los que cubrimos diariamente la información del motor que no por los que buscan vídeos de primera vendiendo lo que no hay.
Por desgracia, algunos no respetan que se opine diferente a ellos y por ello faltan al respeto y amenazan. Tristes actitudes de pésimos aficionados y deportistas. Allá ellos porque yo seguiré respetando que no quieran que se muestren imágenes de accidentes. Simplemente no opino como ellos y por eso no soy ni mejor ni peor persona, ni mejor o peor profesional de los medios de comunicación. Me parece una temeridad brutal, pero sigo respetándoles.
Si cuentas las cosas con naturalidad y muestras la verdad, por muy dura que ésta sea a veces, nadie se debe escandalizar por ello. ¿Que puede haber fotos crudas que se deban evitar en caso de muertos o heridos graves? En eso podremos estar de acuerdo. Pero nunca en no contar las cosas ‘porque yo lo digo’. No me parece un razonamiento lógico, pero aún así sigo respetando...
Es más, si muchos se quejan de la poca cobertura que se le da a los deportes de motor en los medios generalistas y envidian la que sí se da del fútbol, quizá hay tendrán que ver que la diferencia está que en un deporte se cuenta todo –lo bueno y lo muy malo-, mientras que en el otro parece que algunos sólo dan licencia para contar lo maravilloso y ocultar lo inconveniente o desagradable.
Me parece bien que se pueda opinar y aconsejar hacer esto o lo otro en los medios a los profesionales que cubrimos las pruebas del motor, pero yo no le digo a determinados deportistas si toman mal tal o cuál curva; sobre todo porque, tristemente, muchos sólo están acostumbrados a que les digan lo buenos que son y les molesta todo tipo de crítica, aunque sea constructiva. Pocos, muy pocos, son los que lo aceptan.
Al fin y al cabo contar la verdad de un accidente puede demostrar lo mal colocados que podían estar los espectadores; lo violento que pudo llegar a ponerse el padre de un niño que estaba entre el público y mil cosas más que pueden ayudar a evitar males mayores en la próxima ocasión. Con la verdad se va a todos lados mientras esa voluntad de ocultar la realidad suele tener las patas muy pequeñas…
Foto: José Daniel González.