Como titulamos en la crónica de la 44 Subida al Mirador de Güímar, parece que Luis Monzón ha logrado algo más que una victoria más. Al margen de que sea la cuarta del año en cuatro pruebas celebradas, el hecho de conseguirla en casa de Enrique Cruz y en un tramo en el que los conductores de un Porsche albergaban cierta esperanza de poder neutralizar la superioridad del Audi R8 LMS ha dejado ya con pocas alternativas para poder recortar distancias.
“Hoy hemos vuelto a encontrar pequeñísimos detalles de mejora, tanto a nivel técnico como de pilotaje, aunque no haya sido suficiente para vencer. Demostramos, eso sí, que somos los más rápidos entre los vehículos de nuestra referencia y el resto de rivales, pero hay cosas contra las que no podemos luchar”, ha declarado el pentacampeón de Canarias de montaña en el apartado de turismos.
A 1,1’’ del tiempo de Monzón, Cruz sí ha podido doblegar con autoridad a los otros GT de Auto-Laca, el Porsche de Armide Martín y el Ferrari de Yeray Lemes, por lo que nadie puede negarle al tinerfeño esté cumpliendo prueba tras prueba, al margen de que el R8 LMS esté siendo una verdadera apisonadora.
Fernando Capdevila, director del equipo DISA Copi Sport, también asume tras Güímar que sus opciones empiezan a ser remotas a falta de las pruebas de La Palma, El Hierro y Gran Canaria. Tres escenarios donde el Porsche tiene poco que hacer en manos del Audi. “Ya no podemos hacer más para intentar la primera victoria del año en montaña. Enrique ha demostrado que es el mejor piloto que podemos soñar; los tiempos que marca lo dicen todo. Tengo que felicitar también a todo el equipo, ha hecho un trabajo increíble”, ha dicho antes de recordar que, como el pasado año, Cruz conduce un coche alimentado por autogas. “Ahora hay que pensar en afianzar la segunda posición pues solo una carambola nos podría mantener con opciones en el campeonato”.
