En una etapa de permanente efervescencia de la categoría SUV, en Porsche llevaban ya algunos meses en la banda pidiendo el cambio del Cayenne. El sprint de modernidad y estilo que han dado todos sus compañeros de gama y la aparición repentina de un buen puñado de rivales inéditos en este terreno ha obligado a plantear un contraataque desde Stuttgart para devolver a su todocamino esa aura de coche fuera de serie. 
Ante la avalancha de todocaminos Premium de toda índole, Porsche quiere cubrir todos los flancos. Desde el más deportivo al más off-road, por ello esta tercera generación incorpora novedades de peso. En esa vertiente todocamino, el Cayenne quiere ofrecer al conductor la posibilidad de disfrutar sin complicaciones incursiones off-road. Aunque las cosas se pongan difíciles. Para ello hay cuatro modos seleccionables según la dificultad del terreno: leve, lodo, arena o superficies escarpadas. La activación de uno u otro afecta al chasis, frenos y sistema de tracción total activa y completamente variable (Porsche Traction Management) que es de serie en todas las versiones.
La nueva caja de cambios Tiptronic S de ocho velocidades también permite explotar la versatilidad de este coche. Dice la marca que los tiempos de reacción más cortos y las relaciones de transmisión más deportivas en las marchas más bajas complementan el rendimiento en carretera y la aptitud todoterreno. Además, la octava velocidad larga garantiza bajas revoluciones y un consumo optimizado para trayectos relajados.
En mayor medida que en las dos generaciones anteriores, el fabricante alemán ha querido crear un chasis ‘tres en uno’ capaz de fusionar todas esas personalidades que conviven en el Cayenne y que emergen a voluntad del conductor: todocamino, deportivo y turismo. Más ligero, se apoya, según la marca, en un eje delantero con diseño de brazos y uno trasero multibrazo; además, las ruedas mixtas se montan sobre llantas con un diámetro mínimo de 19’’ (antes 18’’), pudiendo llegar hasta las 21’’. Por primera vez, en Cayenne emplea unas ruedas más anchas en el tren posterior.
Esa es la base estructural y la electrónica se encarga de sacarle el máximo partido, empezando por el sistema de chasis activo Porsche 4D-Chassis Control y siguiendo con la suspensión activa que es de serie en el Cayenne S. Hay una neumática adaptativa opcional con tecnología de tres cámaras y que hace posible incrementar la distancia libre al suelo al activar uno de los modos todoterreno. También se puede hacer con el estabilizador del balanceo opcional de control eléctrico y que hace posible un tiempo de reacción más corto y preciso en una conducción deportiva.
Es también primicia en la gama Cayenne la posibilidad de contar con una dirección activa en el eje posterior, una solución ya vista en el Panamera y en el 911 y que mejora el dinamismo en cualquier condición: maniobrabilidad en uso urbano; estabilidad a altas velocidades y agilidad en carreteras muy viradas.
Desde Stuttgart se da mucha importancia al avance que aporta el nuevo Cayenne en materia de frenos. Su Porsche Surface Coated Break (PSCB) es también opcional con llantas de un mínimo de 20’’ y mejora el rendimiento al incrementar los valores de fricción y reducir los de desgaste y suciedad. Además, sus discos de fundición gris con revestimiento de carburo de wolframio, están mordidos por unas pinzas de color blanco.
Siguiendo el buen ejemplo de los 911 y Panamera, el nuevo modelo mejora el dato en báscula en 65 kg a pesar de tener un equipamiento de serie más rico. La carrocería combina aleación ligera y acero. Su mayor ligereza contrasta también con su mayor tamaño, ya que el nuevo Cayenne mide 4.918 mm de largo y 1.983 mm de ancho sin contar los retrovisores. La longitud exterior aumenta en 63 mm con la misma distancia entre los ejes (2895 mm) y la altura del techo se reduce en solo nueve milímetros.
Porsche ha anunciado que cuando se materialice su lanzamiento, se podrá elegir entre dos nuevos motores de seis cilindros: el motor turbo de 3,0 litros y 340 CV del Cayenne, que ofrece 40 CV más que su predecesor; o el motor biturbo V6 de 2,9 litros del Cayenne S, con 440 CV, un incremento de 20 CV. En la versión base su poder de aceleración ya es considerable (0 a 100 km/h en 6,2 segundos), aunque la referencia, claro está, la establece la variante ‘S’ al completar ese tramo de velocidad en 5,2 segundos. Con el paquete Sport Chrono opcional una y otra versión recorta en tres décimas ese tiempo.
Nuevo estilo Porsche
En Stuttgart tienen el don de llevar décadas renovando iconos de la automoción manteniendo siempre la idiosincrasia de cada modelo. En este tercer fogonazo del Cayenne vuelven a dar en la diana. Aspecto cien por cien reconocible sin renunciar a nuevos componentes como las enormes tomas de aire delanteras, un equipo de iluminación con nuevos bordes horizontales y unos pilotos posteriores tridimensionales y con una luz LED continua que cruza todo el ancho de esa espalda. 
Si hablamos del diseño del ‘Cayenne III’ hay que hablar de su equipo de iluminación. Además de las luces LED de serie y del paso intermedio del Porsche Dynamic Light System (PDLS) –que ofrece diferentes modos de iluminación, como luz de curva o luz para autopista–, hay un tercer y último peldaño: las ópticas Matrix LED con PDLS Plus. Éstas se componen de 84 diodos de control individual con el que se puede adaptar por completo el alcance, intensidad y distribución de la luz; esto abre un mundo de posibilidades en cuanto al número de funciones adaptativas.
Un interior más digitalizado
Porsche también estrena un concepto de puesto de mando que, aunque afirma que crea un ambiente más deportivo y lujoso, lo más destacable es que, igual que en el Panamera, se simplifican muchos de los controles con ayuda de la tecnología. El Porsche Communication Management (PCM) se basa en la pantalla táctil Full HD de 12,3 pulgadas que es el pie de entrada para controles de voz, funciones digitales más intuitivas, sistemas conectados y un largo etcétera.
La consola mezcla con un gusto exquisito controles analógicos con otros de aspecto acristalado y que, en realidad, son pequeñas superficies táctiles. Esta misma filosofía de maridaje entre lo analógico y lo digital está presente en el cuadro de instrumentos, cuyo cuentarrevoluciones conserva su fisonomía más tradicional, pero flanqueado por dos pantallas Full HD de siete pulgadas y que permiten personalizar la información.
Entre los asistentes que incluirá el nuevo Cayenne, Porsche ha anunciado el asistente de visión nocturna con cámara térmica, el asistente de cambio de carril, el asistente de mantenimiento de carril con reconocimiento de señales de tráfico, el asistente para atascos, el ParkAssistent con Surround View y el Porsche InnoDrive con control de velocidad con regulador de distancia.
