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Para los más versados en el mundo de la moto no ha sido una sorpresa. En 2015, la firma presentó el MWT-9 con tres ruedas. Entonces era sólo un prototipo fruto, se quiso pensar, de la imaginación desbordante de algún iluminado del equipo de diseño del fabricante nipón.
Hoy, sólo dos años más tarde, aquel primer estudio se ha hecho realidad para abrir, como afirman sus creadores, "nuevas posibilidades a los motociclistas más innovadores que buscan nuevas experiencias".
Arropando todo este conjunto innovador no podía faltar un propulsor que diera rienda suelta a sus particulares cualidades dinámicas. Se trata del mismo motor de tres cilindros y 847 cc que desarrolla una potencia de 115 CV con el que se dota a la MT-09. En esta ocasión presenta una configuración en la inyección de combustible adaptada para sacar el máximo partido en el terreno donde mejor se desenvuelve, es decir, en las carreteras más serpenteantes y sinuosas.
Además, cuenta con un cigüeñal de nuevo diseño que proporciona una mayor manejabilidad y un arranque más suave.
Su dotación como modelo de vanguardia se materializa igualmente en aspectos técnicos asociados a su dinámica como el control de crucero y el control de tracción (YCC-T y D-Mode). El usuario tampoco tendrá que echar de menos otras ayudas como el embrague asistido antirrebote o el cambio Quick Shift para una máxima diversión.
El 'kit' de la cuestión
Desde Yamaha quieren dejar claro que a pesar de su 'rareza' se trata de una motocicleta cuyas sensaciones y manejo no dista en absoluto a las de un modelo convencional. Eso sí, ofrece un plus
de seguridad y confianza único basado en el diseño del tren delantero de doble rueda con un nivel de tracción y frenado incomparables.
Esto se debe al sistema Leaning Multi Wheel (LMW). Desde Yamaha aseguran que con ella se puede alcanzar un ángulo de inclinación de hasta 45 grados. El sistema se compone de un mecanismo de dirección de doble eje Ackermann, junto con un sistema de suspensión de tipo cantiléver en la parte exterior de las ruedas.
La doble horquilla exterior invertida es regulable en compresión y rebote y el ancho de vía, de 410 mm, contribuye a transmitir una sensación de dirección natural. Las llantas dobles delanteras son de 15 pulgadas y montan neumáticos 120/70R15, desarrollados especialmente para las características de este vehículo. Estos están dotados a su vez de un disco de freno de 298 mm.
Las características únicas del chasis se completan con un basculante de aluminio de 552 mm cuya longitud -más larga que la de una moto convencional- aporta gran estabilidad en las curvas. La posición del conductor, algo más retrasada, permite a su vez un reparto de peso equitativo. En el tren posterior, la suspensión compuesta por un monoamortiguador ofrece máxima capacidad de ajuste y el disco de freno presenta las mismas dimensiones que los delanteros por lo que la potencia de frenada está más que asegurada.
