Última etapa del Rallye de Montecarlo, con cuatro tramos como colofón final (el Turini y el Col de Braus), en los que Sébastien Ogier ha certificado su sexta victoria -quinta a nivel mundialista- sobre el asfalto del Principado. La tercera en un año que reporta el francés a M-Sport: co-líder de la clasificación de constructores junto a Toyota, el equipo que mayor espectro de la clasificación ha abarcado en la prueba inaugural de su segundo Mundial.
Los dos hombres que compartieron equipo con Seb durante las dos últimas temporadas, Ott Tänak y Jari-Matti Latvala, han escoltado en el podio al Ford Fiesta del francés con sus respectivos Yaris WRC. Esapekka Lappi iba camino de escoltar a sus compañeros, pero un error de pilotaje durante la Power Stage ha relegado al joven finlandés hasta la séptima posición final.
Kris Meeke, el más rápido en la última especial, ha aprovechado la coyuntura para iniciar la temporada con un cuarto puesto. Thierry Neuville se ha beneficiado también del error que ha cometido el protegido de Tommi Mäkinen para auparse hasta la quinta posición final, minimizando así los daños ocasionados por el infortunado rallye que ha vuelto a protagonizar el equipo Hyundai en Montecarlo.
Elfyn Evans ha finalizado sexto, sumando, junto a Bryan Bouffier (noveno), los puntos necesarios en su regreso a la estructura oficial de M-Sport para mantener en cabeza de la tabla de constructores a la escuadra de Malcolm Wilson.
Jan Kopecky ha hecho lo propio en WRC2, manteniendo la hegemonía que ejerció Skoda el pasado año. Con una lista de bajas tan amplia como la que se produjo durante las primeras etapas del rallye, Guillaume de Mevius ha podido clasificarse segundo, eso sí, a un cuarto de hora, prácticamente, del piloto checo. Aunque, en realidad, el segundo participante más rápido de la categoría R5 -aunque no haya puntuado para WRC2- ha sido otro abanderado de la marcha checa: Kalle Rovanperä, muy sólido en su primer Montecarlo con tan solo 17 años.