Sébastien Ogier y Julien Ingrassia (Ford Fiesta WRC) no han querido correr demasiados riesgos. Sin un rival que les inquiete de verdad en su aspiración de hacerse con la tercera victoria de la temporada en el Tour de Corse, cuarta prueba del FIA World Rally Championship, ha preferido reservarse algo en los seis tramos de la segunda etapa.
Con Sébastien Loeb y Daniel Elena (Citroën C3 WRC) al margen de toda posibilidad de amargarle ese triunfo tras el accidente del viernes, a Ogier no le ha importado cederle buena parte del protagonismo. Hasta tres scratch –uno de ellos en el súper tramo de más de 35 km– ha obtenido el reenganchado Loeb en lo que ha sido una reivindicación en toda regla. El alsaciano de Citroën ha demostrado que sigue siendo un misil en tierra y en asfalto y que con un poco de suerte podría haber sumado una victoria más a su apabullante palmarés. Le queda una última oportunidad en el Rally de España.
De vuelta a Ogier, el hecho de ver cómo Loeb, Tänak y Lappi se repartían los scratch no le impidió seguir acumulando segundos a su causa. Acabó la penúltima etapa con 44,5’’ sobre Ott Tänak-Martin Järveoja y una décima más sobre Thierry Neuville-Nicolas Gilsoul, que en esta jornada confirmaron sus sospechas de que el asfalto corso no se le da demasiado bien al Hyundai i20 WRC.
El belga no tuvo ni un solo respiro porque tras él presionaban el Citroën C3 WRC de Kris Meeke y Paul Nagle y el Toyota Yaris WRC de Ott Tänak-Martin Järveoja. Cuando Meeke dice que va “absolutamente al límite” hay que creérselo y así, sin guardarse nada, logró igualar en la general a Neuville una vez volvió a la puesta a punto que empleó el pasado año en su coche. Pero límite y Meeke son dos palabras que, juntas, son como el rayo antes del trueno. Efectivamente, el norirlandés de Citroën se salía en el último tramo en lo que parecía ser una tregua para el subcampeón del mundo.
Sin embargo, la amenaza venía un poco más atrás, del Toyota Yaris de Tänak, que se había metido de lleno en la pelea por esa segunda posición tras dar en la diana en el séptimo tramo. Se le dieron bien al estonio los 17,39 km de Novella, ya que en su repetición volvió a marcar el scratch y eso acabó situándole por delante de Neuville en la provisional por solo una décima.
Quienes, a priori, tampoco están descartados de ese pulso por la segunda posición son sus compañeros Esapekka Lappi y Janne Ferm. Autores del mejor tiempo en la repetición del tramo largo y empatando con Tänak en el último, esa buena segunda etapa destacó por completo a los finlandeses en cuarta posición por delante de Dani Sordo-Carlos del Barrio (Hyundai i20 WRC) y Elfyn Evans-Phil Mills (Ford Fiesta WRC), quinto y sexto respectivamente tras el abandono de Meeke.
En WRC2 Jan Kopecky y Pavel Dresler han incrementado su ventaja con el Skoda Fabia R5 oficial. Yoann Bobati mantuvo la segunda posición hasta que una serie de alertas en el ‘dashboard’ del Citroën C3 R5 le mandaron a parar por error. Con ello, los otros Skoda del noruego Christian Veiby y el italiano Fabio Andolfi le acabaron superando en la clasificación.
Mucho peor le ha ido a Stéphane Lefebvre, de quien se esperaba mucho en este ‘lanzamiento’ del C3 R5. Si el viernes se quedó sin frenos, esta vez se salió de carretera y tuvo que abandonar. Nil Solans y Miki Ibáñez se han reenganchado para marcar un sexto mejor tiempo como mejor resultado con el Ford Fiesta R5 de M-Sport.
