DEPORTE
CERT

Rally duro para los canarios en Córdoba

  • Avella tuvo problemas de turbo desde los primeros tramos del sábado
  • Marcos González perdió toda confianza en la segunda sección
  • A Sosa se le rompió el pedal del acelerador en la salida del TC1

El Rally Ciudad de Pozoblanco deja más sombras que luces en el balance de la participación canaria. Y no porque los nuestros no se hayan jugado el tipo en los nueve tramos de esta segunda prueba del Campeonato de España de Rallies de Tierra en un medio, el barro, que no es al que están más habituados. Pero sus efectos y, en algunos casos, la mala fortuna, impidieran un resultado más brillante.

Una vez más, Juan Carlos Quintana, con Edu González como copiloto, fue el mejor de los representantes canarios en el CERT al acabar en una inmejorable octava posición. Y ello a pesar de que no ha sido la mejor de sus actuaciones desde que hace dos años aterrizó en el nacional. Problemas en el diferencial central pero, sobre todo, su poca experiencia en barro y una nueva electrónica en el Mitsubishi Lancer Evo X ‘Proto’ fueron la causa de que hasta bien entrada la carrera no pudiera acceder al ‘top ten’ de la general. 

Todos esos factores pesaron en los momentos en los que la carrera se ponía más cuesta arriba por culpa del barro. El quinto tramo, el de ‘Pedroche’, no permitían ni una sola floritura y con un coche que daba lo mejor de sí a más altas revoluciones y una lejana experiencia (Curtis de 2016) en unas condiciones similares, Quintana fue uno de los pilotos que se dio alguna que otra excursión más allá de los límites de la carretera. Sin embargo, el grancanario firmó una recta final de rally prodigiosa para remontar desde la duodécima hasta la octava plaza y primera en la Mitsubishi Evo Cup que ahora pasa a liderar.

Para Marcos González, copilotado por el cántabro Borja Odriozola, fue, como el de Lorca, otro rally repleto de contratiempos. Ilusionado en su nueva etapa con el Peugeot 208 N5 ex Cohete Suárez, las primeras sensaciones fueron buenas, pero en la segunda sección del sábado perdió toda confianza después de varios trompos, uno de ellos en cuarta velocidad y en recta. Con los tramos en mejores condiciones trató de acercarse a los tiempos de cabeza a primera hora de la tarde, pero fue entonces cuando se averiaron los interfonos. En definitiva, otra odisea para el lanzaroteño que sólo pudo ser decimosexto. 

Benjamín Avella y Agustín Alemán también tuvieron un complicado estreno en tierra con el Ford Fiesta N5. Desde los primeros tramos del sábado el turbo dejó de funcionar correctamente al romperse una válvula. En esas condiciones aguantaron en carrera, hasta que en el séptimo tramo se paró el motor tras pasar por uno de los muchos charcos que dejó la lluvia. Además, el viernes perdieron alrededor de veinte segundos en un cruce al que llegaron algo pasados. Sin todo ello, los grancanarios se veían capaces de estar entre los diez mejores.

A Gustavo Sosa y Víctor Pérez este rally se les empezó a torcer muy pronto. En la misma salida del primer tramo. El piloto de Fuerteventura veía con asombro cómo se partía el pedal del acelerador de su Evo X en plena cuenta atrás para salir y tuvo que abandonar para reengancharse penalizado en la etapa del sábado. Con los puntos del Grupo N en el punto de mira, aguantó en carrera hasta que en el penúltimo tramo tuvo que abandonar definitivamente, de nuevo por avería, esta vez de transmisión.

En la Copa Kobe Motor, Kevin Guerra y Dani Sosa iban otra vez a por nota. No tuvieron prisa por enseñar sus cartas, pero cuando iban a la caza del liderato se salieron en el quinto tramo esquivando el coche de otro equipo y su Toyota Aygo quedó atrapado. Reenganchados a partir del sexto, marcaron un dos scratch, el último muy importante ya que aporta puntos extra para el campeonato.

En esta copa monomarca, los mejores canarios fueron Antonio Acosta y Yeray Mujica. Tal y como estaban, los tramos cordobeses no eran el mejor escenario para desquitarse del accidente de Murcia, pero lograron establecerse entre los cuatro mejores Aygo sin descartar en ningún momento el podio. Se quedaron a las puertas, pero se llevaron de vuelta a canarias un primer scratch en la copa.

Igual que en Lorca, Julio Martínez y Agustín Vega hicieron lo que debían hacer en la Beca R2 Junior. Iban a seguir haciendo acopio de kilómetros y experiencia en tierra antes de que esta categoría pase al asfalto en el Rally Islas Canarias, pero problemas eléctricos en su Ford Fiesta R2 durante los últimos tramos también les llevó a engrosar el amplio listado de abandonos. 

 

Foto: Nacho Villarín

 

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