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El Campeonato del Mundo regresa al Viejo Continente para abordar este fin de semana la tercera cita sobre tierra de la temporada, el primer rallye del año en este tipo de superficie que se va a disputar sobre suelo europeo: el Portugal. Una carrera sumamente técnica, la penúltima que tendrá lugar antes del parón estival, a la que se se llega con las espadas en alto después de los resultados que arrojó el pasado Rallye de Argentina.
Sébastien Ogier, vencedor en tres (Monte-Carlo, México y Córcega) de las cinco citas disputadas hasta la fecha, se mantiene como líder del Mundial, pero su ventaja se ha reducido a tan solo diez puntos respecto a Thierry Neuville, muy sólido hace tres semanas, por los caminos montañosos de la provincia de Córdoba. Un terreno plagado de trampas, en el que se mostraron absolutamente imbatibles tanto Ott Tänak como su nuevo Toyota Yaris WRC.
Aunque la escasa renta que obtuvo tanto en Suecia como en México le mantienen aún lejos de Seb en la general del campeonato, a casi 30 puntos –28 para ser exactos–, el piloto estonio llega pleno de moral a las pistas del norte de Portugal, con el ánimo de redimirse por el error que le impidió el pasado año arrebatar, probablemente, la victoria, al a la postre vencedor en el podio de Oporto, con el que compartía equipo por aquellos días; Sébastien Ogier. El piloto que más veces ha ganado este rallye, empatado a cinco dianas con Markku Alén.
Las pistas del país vecino acostumbran a ser también un escenario propicio para Dani Sordo, que afronta, a priori, su última actuación de la temporada en un rallye íntegramente sobre tierra –de aquí a final de año, según su programa inicial, tan solo le restarían dos pruebas más para completar su lista de siete carreras previstas: Alemania y Cataluña–.
Además de correr prácticamente en casa, el cántabro viene con el acicate anímico que le supuso lograr su segundo podio de la temporada en Argentina, donde peleó a brazo partido por los primeros puestos, exhibiendo una velocidad que espera reeditar este fin de semana, en las cercanías de Fafe, donde volverá a partir el viernes con mejores condiciones de adherencia –quinto– que buena parte de los adversarios con los que deberá batirse por el triunfo. Por tanto, en suma, sus posibilidades de victoria son factibles.
Más complicado lo va a tener en cambio Nil Solans para enfrentarse a los mejores de la categoría WRC2, con unos neumáticos –los DMACK– que, por ahora, no le están reportando las mejores sensaciones, así en tierra como en asfalto. De todos modos, vista la racha de averías que han experimentado las dos unidades del Ford Fiesta R5 preparadas por M-Sport que ha ido alternando del Rallye de Suecia en adelante, la máxima aspiración del joven español será, de entrada, poder completar una prueba sin contratiempos mecánicos, que le permita, por fin, empezar a tomar referencias con normalidad a la nueva montura con la que debutó en febrero.
El catalán secunda a Sordo dentro de la amplia lista de pilotos nacionales que se ha constituido para esta edición del Portugal, correspondientes la mayoría a la nueva Peugeot Rallye Cup Ibérica. La copa de promoción con formato mixto que ha organizado la marca del león a nivel peninsular, en la que se han reunido 21 coches para esta primera cita, con nueve españoles en liza; entre ellos, el canario Iván Medina, que inicia este fin de semana su andadura internacional, acompañado en el asiento de la derecha del Peugeot 208 R2 con el que salió en Lanzarote por Yeray Mujica.
