Adaptándose al trepidante ritmo que impone un mercado siempre hambriento de novedades, Skoda somete a una profunda puesta al día al Fabia cuatro años después de haber introducido su tercera generación. El término actualización no hace justicia a la completa renovación a la que han sometido a este ‘segmento B’ en Mladá Boleslav.
Lo que en otros modelos supone cubrir el expediente con un lavado de cara, en el Fabia ‘3.2’ se traduce en una retahíla de novedades de calado. Salta a la vista que ahora el frontal estrena una parrilla más acorde con lo último de Skoda. Uno de esos retoques propios de un ‘facelift’ pero que en este modelo resulta especialmente efectivo. Mucho más sutil es la evolución que experimenta su espalda.
En un camino que no es nuevo en el Fabia, la carrocería puede adquirir un acabado bitono (Skoda lo llama Color Concept) al personalizar techo y pilares A en color negro, blanco o plateado. Por primera vez, versiones con carrocería ‘hatchback’ pueden calzar llantas de 18’’.
Cambios efectivos también en el interior, con un cuadro rediseñado para una mejor legibilidad de los instrumentos circulares. El Fabia estrena también decoraciones y materiales situados estratégicamente para mejorar la impresión global de calidad de la cabina. Hay nuevas alternativas para los tapizados y nuevas costuras decorativas que rejuvenecen los asientos. 
Pero si hay una novedad hecha a medida de ese cliente más joven o, como mínimo, a la última en tecnología, es el sistema Admundsen. Con él, el Fabia se zambulle en el infoentretenimiento online ofreciendo además a sus ocupantes un punto de acceso wifi y la posibilidad de conectar hasta dos tablets. La duda de si hemos cerrado o no el coche ya no será un problema en el nuevo Fabia porque mediante Skoda Connect, se puede abrir o cerrar de forma remota usando el teléfono inteligente e incluso un smartwatch. Otra de las novedades rutilantes de esta actualización del Fabia es el sistema de infoentretenimiento Swing Plus con pantalla a color de 6,5’’.
Con acierto, Skoda mantiene en cartel las versiones Monte Carlo, que en el nuevo Fabia toma distancia con el resto mediante elementos deportivos acabados en negro como los spoilers, las inserciones decorativas en carbono o los cristales tintados. En el interior, también adquieren este tono el techo y los pilares, mientras los asientos deportivos se visten con un tapizado exclusivo pespunteado en rojo.
Hasta cuatro alternativas mecánicas
En un segmento en el que la elección de compra depende de pequeños detalles, el Fabia de 2018 ha optado por una paleta de tres motores. En primera instancia podrá impulsarse por los 1.0 TSI (inyección directa, turbo y, además, con filtro de partículas de gasolina) de tres cilindros con 95 y 110 CV; posteriormente se añadirá el 1.0 MPI de 75 CV y, a finales de año, la más accesible en precio con 60 CV. El más potente de los motores podrá combinarse con el cambio DSG de siete velocidades.
Nuevos asistentes
Siendo Skoda, siempre hay una remesa de novedades reservada a incrementar la funcionalidad de sus coches. En el caso del Fabia, son pequeños detalles como la posibilidad de que cada ventana se abra o cierre de forma automática al pulsar de forma sostenida el botón de la puerta. Todas pueden cerrarse o abrirse a la vez apretando el botón de cierre y apertura de la llave con control remoto. La parte posterior cuenta con dos puertos USB y en la carrocería familiar (Combi), el maletero esconde una linterna LED extraíble. Por último, según versiones, el compartimento de la consola central puede estar iluminado.
Mucho más importante y útil es la ampliación del número de asistentes, como el que ayuda al conductor en los cambios de carril (Asistente de Ángulo Muerto), maniobras (Alerta de Tráfico Posterior) y gestión de luces cortas y largas que hasta ahora eran exclusivos de otros Skoda de mayor tamaño. Lo mismo se puede decir de la iluminación integral LED que enriquece el número de opcionales del Fabia. La luz diurna LED, en cambio, es de serie en toda la gama.
