Como cabía esperar, la imposición del Estado de Alarma y el consiguiente confinamiento de la población ha tenido unos efectos devastadores para el sector de la automoción en Canarias. Tanto la Patronal de Concesionarios de Automoción de Canarias (Aconauto) como la Federación Regional Canaria de Empresarios Importadores y Concesionarios de Automóviles (Fredica) coinciden en el análisis: el sector atraviesa un momento crítico.
La paralización total de las ventas ha tenido como efecto que los concesionarios integrados en una y otra asociación tuvieran que cerrar sus puertas. El resultado es esa caída del 70% de las matriculaciones al registrar 275 ventas de vehículos por las 931 que se registró en ese mismo periodo del mes el pasado año.
La crisis sanitaria provocada por la expansión del brote de coronavirus ha empeorado la situación de este sector que ya manejaba números en negativo hasta el pasado mes de marzo con una caída del 9% de sus ventas. Contabilizada la primera quincena de marzo, el batacazo roza el 15% y bajando.
Rafael Pombriego, presidente de Fredica, advierte que lo peor está por llegar, ya que a lo largo de esa primera mitad de marzo se han registrado operaciones que se habían cerrado antes de que se decretara el Estado de Alarma.“El sector se dirige a un estado de matriculación “cero” durante los próximos días. Esto perjudicará aún más, el ya deteriorado dato de marzo como los datos de los próximos meses”.
Para el presidente de Aconauto Canarias, Manuel Sánchez, estas cifras“reflejan que el sector está afrontando el peor momento de la historia de los concesionarios en Canarias. Frente a una productividad cero, las empresas deben seguir haciendo frente a una serie de gastos ineludibles. Nuestras organizaciones no están pensadas para ser improductivas a estos niveles, por lo que nos hemos visto obligados a recurrir al ERTE, para poder garantizar el futuro de las empresas y de los trabajadores”.