TECNOECOLOGÍA
Novedad

El reto de la recarga inductiva dinámica

  • Para ello ha puesto en marcha el proyecto INCIT-EV

El universo asociado al vehículo eléctrico sigue generando dudas entre los usuarios y entre los aspectos más controvertidos está la recarga. Renault, una de las marcas más activas en todo lo que concierne a este tema –no hay que olvidar que cuenta con la gama más amplia de modelos totalmente eléctricos- trabaja en la búsqueda constante de soluciones que permitan hacer desaparecer estas y otras barreras y seguir promoviendo la movilidad eléctrica.

Para ello ha puesto en marcha el proyecto INCIT-EV. Esta iniciativa puesta en marcha en colaboración con una treintena de socios está en vía de prueba y contempla distintas actuaciones, entre ellas, simplificar el uso de los cargadores mediante la tecnología ‘Plug and Charge’. La idea es que el usuario de un vehículo eléctrico pueda conectarse realizar la recarga en los puntos dotados con este sistema sin tener que realizar ninguna otra cosa. O lo que es lo mismo, este avance permite identificar el vehículo y el pago de forma automática mediante un protocolo encriptado que garantiza la seguridad de la trasacción, sin necesidad de utilizar otro sistema de pago.

Este avance junto a la siguiente línea de actuación, la recarga inteligente bidireccional, es posible gracias a la adopción de la nueva norma internacional ISO 15110 que regula los protocolos de sincronización entre los vehículos eléctricos y los puntos de recarga.

La recarga bidireccional es de los procesos más avanzados. Durante el mismo, el flujo de energía puede ir de la red al vehículo para su carga o en sentido contrario en caso de necesidad, principalmente para equilibrar la oferta y la demanda de energía de la red eléctrica a la que  se encuentra conectado permitiendo abaratar costes.

Otro de los aspectos en los que trabaja Renault es la recarga por inducción. En esencia supone la transmisión de electricidad sin necesidad de un enchufe físico como ocurre en la actualidad con otros soportes como el teléfono móvil, un ejemplo claro de recarga inductiva estática y que aplicada a los vehículos eléctricos supondrá otro gran avance.

El verdadero reto es la recarga por inducción dinámica. Ello permite recoger la energía eléctrica mientras se conduce al pasar por las bobinas emisoras integradas en la carretera incrementando la autonomía en marcha y reduciendo la dependencia de las estaciones de carga.

Renault viene trabajando en esta solución desde hace casi una década. En mayo de 2017, en el marco del proyecto europeo FABRIC, se realizó un ensayo en una pista de pruebas habilitada en Satory (Francia), que permitía a dos Renault Kangoo Z.E. recargar sus baterías circulando de forma simultánea a una velocidad de 100 km/h con una potencia de carga de hasta 20 kW. Y para 2022, la isla de Gotland en Suecia, contará con una ruta con carga inductiva dinámica de alrededor de 1,6 km, que suministrará electricidad a los autobuses y camiones eléctricos que se desplacen entre el aeropuerto y el centro de Visby, la capital de la isla.

 

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