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Mini Vision Urbanaut, y por qué no

  • Las soluciones de interfaz prescinden de los controles tradicionales

Mini ha desvelado el que podría ser su proyecto futuro más ambicioso. Su nombre es Vision Urbanaut y se trata de un pequeño monovolumen, con funciones de conducción autónoma, eléctrico y con un interior capaz de transformar su ambientación.

En apenas 4,46 metros de longitud aunque eso sí, con una altura algo más elevada de los que es normal en un Mini, los responsables del proyecto han puesto toda su imaginación a trabajar para desarrollar un nuevo concepto de automóvil en el que se le ha dado especial preponderancia a la interpretación del espacio interior.

En su construcción las ruedas  están situadas en los extremos de la carrocería y los voladizos son casi inexistentes para conseguir el máximo aprovechamiento del volumen a bordo. El desarrollo de su imagen exterior incluye unos faros con sistema matricial multicolor y una parrilla octogonal cerrada convertida en un panel inteligente para la conducción autónoma. Las luces traseras, con perfil dinámico, también utilizan una matriz multicolor, cambiando de aspecto en función del modo de conducción seleccionado.

El tono escogido para el exterior es el mate Zero Gravity. Otro guiño estético muy potente son las ruedas en color Ocean Wave con el interior iluminado. A su vez dispone de unos distintivos o “charms” situados en el pilar C que como las pegatinas que utilizan los caravanistas, recuerda los lugares visitados o los eventos a los que se ha asistido.

Para acceder al interior sólo existe una puerta lateral corredera. El habitáculo permite diferentes transformaciones partiendo de una configuración básica de cuatro asientos. Con el vehículo estacionado, los dos delanteros son giratorios mientras el respaldo de los traseros se puede plegar y rotar. No es la única opción. El salpicadero baja para convertir el área delantera en una cómoda sala de estar o un sofá cama. Además el parabrisas puede abrirse hacia el exterior y en lado opuesto al de la puerta de entrada existe una pequeña mesa integrada. Detrás presenta un acogedor área de relax, con retroiluminación led.

Las soluciones de interfaz prescinden de los controles tradicionales. En su lugar, un dispositivo denominado Mini Torken asume dicho rol además de activar los tres modos preconfigurados –Chili, Wanderlust y Vibe- además de un perfil personalizado en el que el usuario puede escoger la fragancia, la iluminación ambiental o la música que prefiera.

Concebido desde el principio como un vehículo eléctrico con funciones de conducción autónoma, el MINI Vision Urbanaut ha permitido a los diseñadores una mayor libertad al crear tanto el exterior como el interior del vehículo.

 

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