Este es uno de los objetivos dentro del marco de actuación que se ha impuesto la compañía en su estrategia hasta 2050. El reto principal es conseguir la neutralidad de carbono en todas sus operaciones en este periodo.
“Estamos decididos a contribuir a la creación de una sociedad neutral en cuanto a carbono y a acelerar los esfuerzos globales contra el cambio climático”, ha declarado Makoto Uchida, consejero delegado de Nissan. “Nuestra oferta de vehículos electrificados seguirá expandiéndose por todo el mundo, y eso supondrá una gran contribución a la neutralidad de carbono de Nissan. Seguiremos impulsando la innovación que enriquece la vida de las personas mientras buscamos un futuro sostenible para todo el mundo”.
Para ello la marca continúa introduciendo innovaciones en materia de electrificación y tecnología de fabricación. Un programa que incluye avances en materia de baterías, incluyendo entre otras tecnologías las de estado sólido, o el desarrollo de las motorizaciones e-Power de la que podrán beneficiarse muy pronto los usuarios tras el inminente lanzamiento de la nueva generación del Qashqai.
Minimizar la huella de carbono de sus productos y operaciones es parte fundamental de este ambicioso plan. Con el lanzamiento del LEAF y tras superar la barrera de las 500.000 unidades vendidas, Nissan inició una senda que tiene como principal horizonte ofrecer el cien por cien de su oferta de vehículos nuevos electrificados para principios de la década de 2030. El compromiso de la compañía es contribuir, junto al esfuerzo de toda la industria motriz, a reducir el impacto que genera el sector en el medioambiente. Todo ello combinado con la extensión de las energías renovables y las operaciones sostenibles puede contribuir a “acelerar la llegada de un futuro neutro en cuanto al carbono”.