La segunda sección, primero de los dos bucles con los tramos de La Lechucilla-Tenteniguada (5 km), Higuera Canaria (7,8 km) y Los Silos-Santa Brígida (8,3 km), confirmó la tendencia con Toñi Ponce y Rubén González (Skoda Fabia WRC) cada vez más firmes al frente del rally. Los ex campeones regionales seguían sumando uno detrás de otro, los scratch en juego a pesar de que Marco Lorenzo y Néstor Gómez (Ford Focus RS WRC) iban poco a poco tomándole la medida a su nuevo coche. Para ver el resumen de la primera sección, pinchen aquí.
La mejor noticia para el tinerfeño era que aquí perdían mucho tiempo Miguel Cabral y Jacob Páez, que al llegar a meta se lamentaban de la monta de neumáticos. Y es que en pleno ecuador de la carrera el calor apretaba y el asfalto alcanzaba su mayor temperatura y eso iba a apretar mucho la general en la tercera y en la novena plaza. Tanto fue así que casi sin esperarlo Alfonso Viera y Víctor Pérez se quedaban a sólo un segundo del Mitsubishi Lancer Evo VI con el Porsche. El tercer mejor crono del actual campeón regional lo distanciaba casi de forma definitiva de José Mari Ponce y Carlos Larrodé, que quedaban casi a la misma distancia de la cuarta y de la quinta plaza.
Después de un par de tramos con José Luis Barrios (Subaru Impreza) pisádole los talones, Vicente Bolaños (Mitsubishi Lancer Evo IX) volvía a hacer acopio de segundos desde la sexta plaza absoluta. A 13’8’’ del líder del grupo N y a 5’’ de Germán Hernández (Honda Civic), Barrios iba a seguir intentándolo en los otros cinco tramos. Ni uno ni otro se podían olvidar de los hermanos Marrero, cada vez más finos con el Honda Civic Type R R3 obligados por la presión de Rubén Curbelo, piloto que tiene mucho que ganar a medida que se vayan repitiendo los tramos. En La Lechucilla-Tenteniguada se quedaba a dos décimas de segundo de esa novena plaza.
Por detrás y casi contra todo pronóstico, Enrique Cruz (Ford Fiesta R2) se resistía a rendir su undécima plaza a su vecino Eduardo Domínguez (Mitsubishi Lancer Evo X) a pesar de tener el liderato de la categoría R2 más que asentada con casi veinte segundos de diferencia. Raúl Quesada (Renault Twingo R2) era decimoquinto detrás de Ayose Alonso (Volkswagen Polo Súper 1.600) y de Iván Armas (BMW M3).
Al margen de la pelea por cualquier puesto de la clasificación, los tinerfeños Roberto Negrín e Hiempsal Arrocha lograron el octavo mejor tiempo en este tramo tras reengancharse al rally. Su Evo VIII había roto una canalización de aceite del turbo lo que provocó la humareda blanca y la pérdida de lubricante que hizo temer a su equipo por una rotura de motor. De esta forma los múltiples aficionados que seguían inmóviles en los tramos pudieron ver en acción a uno de los pilotos más espectaculares del rally.
En meta de Higuera Canaria (TC6) el líder no podía ser más claro: “Hoy por fin estamos disfrutando desde el Rally de Granadilla de 2008”. Desde entonces nos habíamos acostumbrado a ver a un Toñi Ponce luchando contra las adversidades, pero en este Rally Villa de Granadilla volvió a mostrar su mejor versión. Él y su Skoda Fabia WRC, coche que no correrá más de tres rallys esta temporada.
Haciendo las cosas fáciles, cómodo y feliz, Toñi seguía marcando el ritmo mientras tras él Marco Lorenzo empeoraba su anterior crono por este mismo tramo. “Me cuesta coger confianza en las zonas rápidas, pero es algo que me darán los kilómetros”, razonaba en meta. Su compañero de equipo, Alfonso Viera, mantenía la tenaza sobre Miguel Cabral, empatando su tiempo como el segundo coche más veloz y dejando las diferencias en ese segundo escaso.
Esta sexta especial parecía poner la puntilla a las aspiraciones de José Mari Ponce de arrebatarle la cuarta plaza a Alfonso Viera al romper su BMW M3 el soporte del motor. “He tenido que levantar el pie porque no podía aguantar las vibraciones”, explicaba Ponce al llegar al control stop. Tras ellos todo seguía igual.
Baja de Cabral
Era la calma chicha antes de la noticia que dio un giro al rally en esas primeras posiciones. El Mitsubishi de Miguel Cabral y Jacob Páez se salía de carretera y sufría su segundo abandono consecutivo después del de Maspalomas de 2010, en aquella última cita del pasado año cuando lideraba la carrera. “No ha pasado nada, sólo que nos pasamos de rosca” declaró muy apesadumbrado al programa Motor Directo de Punto Radio.
La baja de Cabral y Páez llegaba en un momento en el que estaban en plena lucha por el podio con Alfonso Viera. El de Porsche había llegado a meta muy disgustado porque tenía la sensación de haberse dejado un mundo, pero quedó en anécdota tras el abandono de Cabral que, además, obligó a neutralizar este séptimo tramo del Rally Villa de Santa Brígida.
Con ello, todo seguía intacto con Ponce líder a 36,1’’ de Marco Lorenzo y, a sólo 7,7’’ de él, Alfonso Viera, tercer clasificado por delante de José Mari Ponce y Vicente Bolaños, líder intocable del grupo N con José Luis Barrios a 16,9’’. Germán Hernández subía así a la séptima posición con Ángel Marrero a menos de un segundo y a 1,2’’ del piloto del Autoescuela Reyes Rally Team, Rubén Curbelo, tercero de grupo N y líder del Trofeo de Promoción. Décimo, deshaciéndose de Enrique Cruz, el líder de la R2, Eduardo Domínguez.
Por trofeos y al margen del liderato inalcanzable de Curbelo en el Promoción ‘Talleres Multimarca ENMA’, Jesús María Lemes e Iván Rodríguez (Citroën Saxo VTS) habían empleado esta segunda sección para apuntalar la segunda plaza por delante de Juan Francisco Suárez-Pedro Viera (Toyota Yaris TS). En la Copa Toyota ENMA Ayoze Benítez y Joel Benítez se mantuvieron al margen de la lucha por la segunda plaza. Un pulso que a esas alturas Noé Armas-Moisés Mejías tenían un poco más a su favor al lograr una ventaja de 3,8’’ respecto a Raúl Fernández-José Vega y más de diez frente a Domingo Ramos-Rayco Pérez.