La marca ha aprovechado la presentación de su último prototipo para desvelar sus planes a corto y medio plazo. Un programa que incluye la introducción de una nueva identidad de marca y el lanzamiento de tres modelos eléctricos a partir de 2026. La ofensiva incluye un automóvil urbano, un SUV compacto y un siete plazas representado precisamente en el concept Vision 7S que cuenta con más de 600 kilómetros de autonomía y una capacidad de carga máxima de 200 kW. El propósito de esta estrategia es respaldar su plan de transición hacia el vehículo eléctrico con el objeto de alcanzar una cuota de mercado de más 70% para 2023.
Todas estas iniciativas están acompañadas de la creación de un nuevo lenguaje de diseño que se irá implementando de forma gradual a partir del próximo año. Una imagen que incluye en la parte delantera lo que se ha denominado Tech-Deck Face que ya luce el nuevo prototipo y el uso generalizado de materiales sostenibles en el interior. En términos de color, Skoda prescinde de la representación 3D de su logotipo para usar dos tonos de verdes planos diferentes: esmeralda y eléctrico, que representan la ecología, la sostenibilidad y la electromovilidad.
Este concepto de sostenibilidad no se ciñe únicamente al desarrollo de sus nuevos modelos sino que trasciende al ámbito de la energía empleada y los procesos empleados en el desarrollo de sus modelos. Por ejemplo, el Enyaq iV utiliza 13 kilómetros de plástico reciclado recuperado de botellas PET, de parachoques y de carcasas de baterías al final de su vida útil además de otros materiales reciclados como el acero de la carrocería o el vidrio de las ventanillas. En este sentido, la marca contará con un Consejo Asesor de Sostenibilidad en su carrera hacia la neutralidad en carbono.
