Como vehículo conceptual ya imponía pero es que la versión definitiva, con apenas cambios en su formulación y diseño, es sin duda un merecido homenaje, la guinda perfecta, a los actos de celebración del 50 aniversario de BMW M.
El nuevo BMW XM acaba de ser presentado y como ya se había anticipado, no solo es el primer coche de la división de altas prestaciones con sistema de propulsión electrificado sino que en este momento se convierte en el modelo de serie más potente de toda la historia de la marca. El “culplable” un sistema híbrido enchufable (M Hybrid) en el que se combina un motor de gasolina V8 de 4.4 litros y 489 CV (360 kW) con un sistema de propulsión eléctrico con 197 CV (145 kW) que en conjunto rinde 653 CV (480 kW). El sistema de propulsión produce un par máximo total de nada más y nada menos que 800 Nm. Aún así, BMW se guarda para otoño del próximo año un as en la manga. Se trata de la
versión XM Label Red que incrementa la potencia hasta los 748 CV (550 kW), con un par máximo de 1.000 Nm.
La potencia se transfiere a la carretera a través del sistema de tracción total M xDrive, cuya configuración prioriza la propulsión trasera. La polivalencia de uso es, entre otras muchas cualidades, una de sus principales virtudes y es que entre el amplio pliego de posibilidades en cuanto a perfiles de conducción se encuentra el modo 4WD Sand concebido específicamente para conducir sobre dunas donde hay que afinar mucho la tracción. El funcionamiento del diferencial M Sport en el eje trasero es totalmente variable.
Es la interacción inteligente entre ambos propulsores el que posibilita además que la entrega de potencia en todo el rango de revoluciones sea algo realmente extraordinario, con aceleraciones de vértigo -de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos- para un vehículo de su porte. No obstante, no hay que olvidar que asociado a su propia concepción y mediante los distintos programas de conducción, se puede aplacar su carácter para responder a las formalidades de su condición como híbrido enchufable.
Para ello cuenta con el modo ‘Electric’ con el que se puede circular sin emisiones a velocidades de hasta 140 km/h con una autonomía de entre 82 y 88 kilómetros gracias a la batería de iones de litio de 25,7 kWh. La unidad de carga combinada permite la carga en corriente alterna de hasta 7,4 kW. Otros perfiles disponibles que priorizan la eficiencia son el ‘Hybrid’ y ‘eControl’.
En cualquier caso, su fidelidad a las siglas que representa es innegociable y se pone en evidencia mediante otra serie de controles que permiten personalizar la experiencia de conducción con el foco puesto en las prestaciones y el comportamiento dinámico. Es el caso del botón M configurable o el botón Setup que permite acceder directamente a los ajustes de configuración de parámetros como el sistema de propulsión, el chasis, la dirección, el sistema de frenado, el sistema M xDrive y el nivel de regeneración de energía de frenado.
Técnicamente es un auténtico prodigio. Como carta de presentación, cuenta con la mayor selección de sistemas de asistencia al conductor ofrecidos en cualquier vehículo deportivo de BMW M. Ello incluye de serie el Driving Assistant y opcionalmente el Driving Assistan Professional donde se combina el control de crucero activo con la
función Stop&Go con otras funciones, como el asistente de dirección y guiado de carril, el reconocimiento de semáforos, el asistente de límite de velocidad automático y la navegación activa. También forma parte del equipamiento de serie el asistente de aparcamiento con funciones ampliadas (Parking Assistant Plus).
El nuevo BMW XM es puro rendimiento pero también un símbolo de exclusividad y elegancia. Sus proporciones unidas a la nueva interpretación del diseño frontal, la combinación de tonos con el dorado como color de contraste y su perfil tipo cupé vislumbra una nueva etapa en la división de altas prestaciones de la firma bávara. Como también lo hace la extraordinaria originalidad de su interior merced a los materiales empleados y la singular configuración de la ambientación.
