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Toyota Aygo X Cross, el SUV urbano tipo

  • Acabado en pintura bi-tono
  • Su faceta de vehículo funcional se traslada a la ambientación interior
  • El motor es un tres cilindros de un litro con 72 CV

El concepto de utilitario ha cambiado radicalmente. De un tiempo a esta parte, de ser simplemente eso, un utilitario, ha pasado a adoptar un papel mucho más protagonista atendiendo a su importancia en el nuevo marco de movilidad en el que los movemos, especialmente en las ciudades, aunque su radio acción en esta nueva etapa abarca mucho más.

El Toyota Aygo X Cross es uno de los más claros ejemplos. Su transformación en esta última generación es total y evidencia que un coche pequeño también puede ser interesante en muchos sentidos. Lo es por el diseño, su atractivo se centra ahora en la apariencia de un pequeño crossover, equipado con unas llantas de tamaño superior a lo convencional (18 pulgadas) y acabado en pintura bi-tono como ocurre con nuestra unidad de prueba X-Pulse. Un recurso que sirve para resaltar su imagen, combinando la sección posterior y el techo en forma de cuña con el color del resto de la carrocería.

Los prominentes pasos de rueda y otros elementos del perímetro inferior, incluida la parrilla, también están en contraste para incrementar la sensación de carrocería atlética y musculada. Un papel parecido juegan los faros delanteros que abrazan al capó y los grupos ópticos traseros orientados verticalmente, uno de los pocos recuerdos junto a la luna trasera con el portón integrado que se rescata de la generación anterior.

Y es que con 3,70 metros de largo, mide 23 centímetros más que su predecesor. También es 12,5 cm más ancho y 5 cm más alto. Todo ello se traduce en mayor espacio para el conductor y los ocupantes, y por añadidura, en un aumento del volumen de carga del maletero que ahora es de 231litros.

La propuesta tiene su miga. Y es que sin duda tiene el mismo atractivo para una persona joven que busca un vehículo con estilo, divertido y con carácter, que para presumir de segundo coche familiar por su conveniencia tanto para los traslados diarios personales o de toda la familia, como por su capacidad.

INTERIOR

Esa faceta de vehículo funcional se traslada a la ambientación interior. Con cuatro puertas -además del portón que da acceso a la zona de carga-, sorprende lo sencillo que resulta el acceso al interior y adoptar una posición cómoda y agradable al volante incluso para una persona de talla alta como es mi caso (1,90 metros de altura). La habitabilidad tanto a la altura de los hombros como en altura, en términos generales, es más que notable, aunque es verdad que conmigo en el asiento del conductor el espacio para las piernas del pasajero del asiento posterior queda algo comprometido.

La vista general es muy simple y está formada por un panel de instrumentos al que se incorpora un pequeño display de información configurable desde los botones de función del volante, y los controles de la climatización independientes, situados en el centro de la columna central.

Encima, bien visible, se sitúa la pantalla táctil principal de nueve pulgadas encargada de proyectar las funciones y los servicios asociados a la plataforma Toyota Smart Connect. Dispone de conectividad inalámbrica con el teléfono móvil a través de Android Auto y Apple CarPlay y su uso y configuración es extremadamente sencilla. Además, cuenta con una práctica aplicación para el teléfono móvil mediante la cual se puede monitorizar información básica relacionada con el funcionamiento del vehículo como consumos, advertencias, nivel de combustible o simplemente conocer su ubicación. Sobre la columna central también encontramos una toma USB y conexión de 12 V, y según versiones, una plataforma para la carga inalámbrica del móvil.

MECÁNICA

El motor del nuevo Aygo X Cross es un tres cilindros de un litro con 72 CV. Su zona de confort es, sin duda, la ciudad donde se comporta a las mil maravillas. El rango de consumo es bajo, sobre todo si se asocia a la transmisión continua S-CVT, muy en la línea de los datos homologados establecidos por el fabricante en torno a los 5 l/100 km. El diámetro de giro es excelente, lo que unido a su corta longitud lo convierte en un modelo ideal para ‘ratonear’ por la city.

En el extrarradio y en carretera lo podríamos calificar de voluntarioso. Igual de eficiente en los tramos de baja exigencia, se muestra habilidoso, estable y ágil mientras no haya que enterrar en exceso el pie en el acelerador. Toyota ha hecho un gran trabajo de insonorización -el ruido se hace patente solo cuando se requiere un esfuerzo extra del motor-. En este ámbito, recursos como el control de estabilidad son un complemento necesario para disfrutar de un comportamiento neutro en carretera.

La marca ha implementado además un seleccionado paquete de seguridad que permite liberar cierta tensión al volante sobre todo en entornos hostiles como en situaciones de tráfico denso. Este incluye detector de peatones y ciclistas, frenada de emergencia, Control de Crucero Adaptativo Inteligente, el Sistema de Mantenimiento de Trayectoria y la Dirección Asistida de Emergencia.

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