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Aunque es verdad que el cartel de prueba del europeo del Rally Islas Canarias centra buena parte de la atención mediática, tanto el S-CER como el CCRA ganan en atractivo asociados a una cita donde todos los equipos punteros cuentan las mismas oportunidades.
Y es que todos los días no se tiene la ocasión de medir fuerzas con los primeros espadas de un certamen que se presupone antesala del mundial de rallies. Nombres este año como el del neozelandés Hayden Paddon o el noruego Mads Ostberg, cuyo extenso curriculum aumenta el interés de un campeonato en pleno proceso de reconstrucción. La razón está en el hecho de que muchos de los talentos jóvenes de la categoría llevan cierto tiempo decantándose por el escaparate que les proporciona el WRC2 y el WRC2 Challenger del mundial de rallies para desarrollar sus programas deportivos.
La presencia de otras figuras emergentes como Martins Sesks, Andrea Mabellini o el campeón finlandés Mikko Heikkilä, entre muchas, abren un nuevo escenario, igual de interesante, pero en el que nuestros representantes, tanto nacionales como locales, cuentan con mayores oportunidades.
Si no que se lo digan a Efrén Llarena, actual campeón en título del FIA ERC, Javier Pardo, líder provisional del SCER, o Jan Solans, ganador de la pasada edición del “Islas Canarias”. Otros, los más veteranos, buscan en el Islas Canarias la satisfacción personal de que sus nombres figuren, al menos por una vez, con letras de oro en el palmarés europeo de la prueba. Algunos han hecho méritos más que suficientes para conseguirlo, pero la suerte, por una razón o por otra, siempre les ha sido esquiva. No nos olvidamos de nuevas promesas como Óscar Palomo, más curtido internacionalmente, y Diego Ruiloba, ambos estrenando su casillero como debutantes en la categoría Rally2 en una prueba internacional.
La prioridad, en la mayoría de los casos, es llevarse la mayor renta posible de puntos de cara al Supercampeoanto de España, lo que no significa que no deseen demostrar sus habilidades ante la élite del Viejo Continente.
Lo mismo ocurre con los representantes canarios. El alto nivel demostrado por nuestros pilotos unido al conocimiento del terreno es una ventaja. Así lo demostró Luis Monzón el año pasado cuando a punto estuvo de culminar una actuación sobresaliente, sólo interrumpida por un pinchazo que lo destronó del liderato.
En otros casos, es cierto, prevalecen los intereses que solo sirven para lastrar el deseo de demostrar la capacidad para rendir como los mejores.
Este año la presencia de Jan Cerny como representante de Hyundai Canarias Motorsport en el Campeonato de Canarias de Rallies de Asfalto, y su voluntad de reivindicarse ante el escenario que le brinda la prueba, podría servir de liebre al resto de equipos que defienden o aspiran al título regional. Si el checo lo borda, ¿habrá manga ancha para luchar por alcanzar la meta más alta?
