El mercado de vehículos eléctricos en España no termina de despegar. En la actualidad su cuota de mercado es de tan solo un 4%. Tampoco es que se hayan disparado las ventas de vehículos electrificados -híbridos puros y de hibridación leve- cuya penetración se sitúa aún por debajo del 10%.
En el III Observatorio del VIII Foro Nissan, que contó con la participación de expertos en electrificación de Entidades Públicas y Privadas, se han vuelto a analizar las causas de este estancamiento y cuáles podrían ser las medidas para animar un mercado que se aleja de la tendencia de los países de nuestro entorno.
El momento coyuntural tampoco es que sea propicio al cambio. Algunos intervinientes apuntan como condicionantes la pérdida de poder adquisitivo de los ciudadanos o que el 70% de los coches en la actualidad duerman en la calle. Vencer esta resistencia, comunicando en positivo, y agilizar los trámites que sufren los actuales incentivos– retrasos en los pagos de las ayudas-, potenciando a su vez la fiscalidad con una reducción del IVA (IGIC) a la compra del vehículo eléctrico con un tratamiento fiscal en el IRPF diferente al actual sería un gran paso.
El debate también trató otro de los aspectos controvertidos de la ecuación, la infraestructura de recarga. Según los expertos, España necesitaría 300.000 puntos de recarga en 2030 para un despliegue adecuado del vehículo eléctrico. Hoy la cifra supera por poco los 20.000. La burocracia en este caso también es un freno a su expansión.
Y es que tal como se señaló durante el foro, en España se tarda de media un año para la instalación de un punto de carga de tensión baja, y de 20 a 46 meses en el caso de un punto de tensión media o alta. Por tanto, es necesario eliminar tanto trámite administrativo para acelerar la instalación de puntos de recarga. No obstante, y según los propios expertos, todos usuarios del vehículo eléctricos, hoy, con la infraestructura existente, es posible viajar por toda España en vehículo eléctrico. En este sentido, es importante trabajar también en la capilaridad, para que no existan zonas desprotegidas de carga para este tipo de coches.
Otras medidas adicionales, implementadas en otros países de Europa, es la señalización en las carreteras de la ubicación de los puntos de carga y la distancia entre ellos como ya ocurre con las estaciones de servicio actuales.
Además se animó a aquellos Ayuntamientos que hoy en día no tienen en cuenta la simplificación del proceso para instalar un punto de carga a través de "la declaración responsable" para que cumplan con la normativa vigente.
