Per-Gunnar Andersson (Arjang, Suecia, 1980) supo desde que tenía cinco años que, de mayor, quería ser piloto de rallys. Desde muy joven empezó a dar sus primeros volantazos, como no, con un Saab 99 y desde los 19 años empezó a competir en rallys primero con un Volkswagen Golf y, más tarde, con un Seat. Ya en 2002 empezó a acumular triunfos en el nacional noruego y ya esa misma temporada hizo su primer rally mundialista. Fue en su país y obteniendo la victoria de clase.
Pero fue desde 2003 cuando empezó a asomar con cierta regularidad la cabeza por el campeonato del mundo junior, el J-WRC. Su mejor resultado fue un sexto, en Sanremo, pero fue en Finlandia donde llegó a ocupar el liderato de esta categoría al volante de un Renault Clio Súper 1.600. 2004 fue el año de su consolidación. Con un Suzuki Ignis Súper 1.600 ganó dos pruebas y se coronó campeón Junior.
Pero a diferencia de otros ganadores del J-WRC, a P-G no acababa de llegarle una oportunidad en forma de asiento oficial WRC, y siguió con su Ignis S1600 acumulando victorias en esta categoría. En 2005 ganó el Acrópolis en Grecia justo antes de subirse en el Swift S1600. En 2006 sumó otro triunfo más a su cuenta y en 2007 renovó el título de campeón junior con tres victorias más y dos podios.
Era el primer piloto de la historia en conseguir dos campeonatos J-WRC, un dato estadístico que podía ser positivo o negativo según se mirase, ya que la mayoría de pilotos que lo habían precedido habían promocionado rápidamente hacia un WRC. Pero con 28 años le llegó por fin la oportunidad cuando el equipo Suzuki World Rally Team contó con él para subirse al SX4 WRC. Andersson tuvo un prometedor estreno en Montecarlo, donde fue octavo, pero a partir de ahí empezaría un rosario de problemas y abandonos que le impidieron brillar como esperaba. Logró como mejores resultados los quintos de Japón y Gran Bretaña, logrando acabar en los puntos en sólo cuatro rallys.
Su condición de oficial le duró poco. Suzuki fue uno de los primeros en abandonar el mundial ante la certeza de una crisis que ya empezaba a mostrar toda su dimensión y Per-Gunnar se vio compuesto y sin coche. No se lo pensó y en Noruega alquiló un Skoda Fabia WRC de tres años de antigüedad con el que se erigió en una de las sorpresas. Ganó dos tramos la primera etapa y estuvo corriendo en quinta posición absoluta hasta que una avería en la transmisión le obligó a abandonar el segundo día. El resto de la temporada la pasó en blanco, pero en 2010 volvió con fuerza.
De nuevo, en la primera cita, la de Suecia brilló como se espera de todo un campeón de mundo junior, alcanzando la victoria dentro de la recién estrenada categoría S-WRC con un Fabia Súper 2000 y alcanzando la décima posición absoluta. En Finlandia repetiría entre los diez mejores de la general absoluta, aunque los otros tres resultados con el Skoda fueron más discretos. En Bulgaria pudo subirse a uno de los Ford Focus RS WRC de Stobart con el que logró la séptima plaza.
Oficial Proton
Desde 2009, año en que el Suzuki World Rally Team dejó el mundial, P-G se había convertido en el finlandés errante. Sin equipo definido y sin un proyecto claro, el esfuerzo de 2010 tuvo su recompensa cuando su nombre empezó a sonar como posible para el regreso de Mini al mundial. En el momento en que Prodrive contactó con él, Andersson ya tenía otra oferta encima de la mesa para correr en el IRC con Proton. Finalmente Mini fichó a dos ex compañeros suyos en el J-WRC, Kris Meeke y Dani Sordo y el sueco acabó firmando con Proton.
En Montecarlo, primera cita del IRC 2011, Andersson tuvo que abandonar por una avería, pero se quitó la espina protagonizando un espectacular papel en el Rally de Suecia, primera prueba del Mundial de Rallys. Per-Gunnar participó gracias a una suscripción popular y devolvió el favor a sus fans convirtiéndose en líder de la carrera tras la súper especial de Karlstad. A partir de ahí sufriría mil y un problemas con el Ford Fiesta RS WRC privado, pero acabó remontando hasta la séptima plaza final.
