Hyundai muestra su gen deportivo en cada una de sus creaciones, y la gama eléctrica no es la excepción. Un claro ejemplo es el Hyundai Kona Eléctrico con acabado N Line protagonista de nuestro contacto de hoy.
Desde el primer vistazo, este modelo deja claras sus intenciones. El frontal destaca con un parachoques exclusivo que incorpora un embellecedor en negro, faldones laterales en el mismo acabado y unas llantas de aleación de 19 pulgadas que subrayan su apariencia. En la zaga, un difusor de inspiración deportiva acompaña al característico esquema de iluminación, con faros principales integrados en los resaltes de los pasos de rueda y una franja luminosa con el icónico diseño pixelado de Hyundai. Otros elementos como los retrovisores en negro brillante, la posibilidad de optar por una carrocería bitono y las insignias ‘N Line’ en el frontal y laterales añaden un plus de carácter a su imagen.
En el interior, si bien la arquitectura general se mantiene invariable respecto a otras versiones, encontramos detalles que refuerzan su identidad. Destacan los asientos exclusivos en cuero y alcántara con costuras en contraste y el logotipo N Line, los acentos en rojo del salpicadero y los pedales en acabado metálico, todo ello pensado para reforzar la sensación de exclusividad. La pantalla dual de 12,3 pulgadas con gráficos específicos y la integración del sistema de infoentretenimiento completan un ambiente moderno y tecnológico.
NO SÓLO ES FACHADA
El Hyundai Kona Eléctrico N Line no es sólo fachada, sino que su vocación deportiva también se siente así al conducirlo. El sistema de propulsión es capaz de desarrollar 204 CV (150 kW) y 255 Nm de par máximo garantiza una respuesta contundente. Alimentado por una batería de 64,8 kWh, ofrece hasta 440 kilómetros de autonomía en ciclo combinado, acelerando de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos y alcanzando una velocidad máxima de 172 km/h.
La configuración dinámica del Kona N Line optimiza la experiencia al volante. Su dirección equilibra suavidad y firmeza, proporcionando un tacto preciso y agradable. La suspensión, con un ajuste más firme, mejora la estabilidad sin comprometer el confort, mientras que el bajo centro de gravedad contribuye a una conducción más equilibrada y firme, especialmente en tramos revirados.
Gracias a la distribución optimizada del peso y a un chasis bien ajustado, el paso por curva es seguro y predecible, permitiendo al conductor disfrutar de de mayor sensación de control. El sistema de frenada regenerativa ajustable no solo contribuye a la eficiencia, sino que también proporciona una sensación de control adicional en la conducción.
En ciudad, su tamaño compacto, el tacto suave del acelerador y la facilidad para maniobrar lo convierten en un buen aliado frente al tráfico. Además, cuenta con modos de conducción seleccionables, permitiendo adaptar la respuesta del motor y la dirección según las necesidades del momento.
En carretera abierta, su suavidad de marcha y su destacado aislamiento acústico son destacables, reduciendo el ruido del viento y la rodadura lo que asegura un notable confort a bordo.