Pocos modelos encarnan de una forma tan clara el lema “a la vanguardia de la tecnología” de Audi como el nuevo A8. En sus quince años de vida, esta gran berlina ha sido pionera en muchos de los caminos que la marca de los cuatro aros ha ido tomando desde su creación y en su cuarta hornada vuelve a llevar el lujo y la representatividad a otra esfera. Es como si el nuevo A8 quisiera encerrar la belleza atrevida del A5, la perfección del A4, la jovialidad del A3 y hasta la inocente osadía del A1 en sus 5,1 metros de longitud. Una forma de mirar atrás y asumir todo lo que Audi es hoy por hoy como marca.
Y como su estandarte, el A8 es un verdadero inventario de todas las tecnologías desarrolladas por la firma alemana, con una salvedad, que a todas les saca un poco más de punta. Es el caso de su estructura, el célebre Audi Space Frame (ASF), que ahora lleva al límite al emplear para la carrocería unos paneles fabricados con una nueva aleación de aluminio de alta resistencia y que a pesar de ser más grande y más sólida, ahorra al conjunto 6,5 kg. Desde un punto de vista global, la estructura ASF, con su mayor parte construida en aluminio, supone un ahorro en peso de alrededor del 40 por ciento para otras equivalentes fabricadas en acero.
Son tantas las conquistas técnicas del A8 que su diseño, que debería llevarse bastante más líneas en este reportaje, queda inmerecidamente en un segundo plano. Y es que ser el buque insignia implica asumir ciertos roles, entre ellos, el de gurú estético. Si el A3 Sportback de hace dos generaciones introdujo el single frame, el A8 de 2010 crea un nuevo patrón: la parrilla frontal con las esquinas oblicuas. Más expresivos son sus nuevos grupos ópticos, unos faros disponibles en dos versiones, los Xenón Plus y los faros completos de LED. Los primeros no son nuevos, pero los segundos sí representan una conquista de la tecnología de los diodos luminosos que, definitivamente, sirven para algo más que como luz diurna o como elemento ornamental. El R8 ya estrenó esta tecnología, pero el A8 la adapta a su condición de berlina de gran lujo.
Los faros completos de LED presentan grandes cualidades funcionales respecto a sus predecesores. Con una temperatura de color de 5.500 Kelvin, su luz se asemeja a la luz diurna, lo que evita en gran medida que la vista se canse de noche. También en cuanto a eficiencia presentan importantes ventajas: las luces de cruce apenas requieren 40 vatios por unidad, todavía menos que los ya de por sí ultra eficientes faros de xenón plus. Además, el aspecto que le da al coche de día o de noche es espectacular.
Pasen y vean
La luz es un instrumento que se emplea con maestría en el A8. Así, el interior tiene un opcional que permite obtener una ambientación lumínica con tres gamas cromáticas seleccionables: marfil, polar y rubí. Diodos de dos y tres colores a modo de puntos de luz para resaltar algunos rincones del habitáculo.
Sin salir de él, la gran berlina de lujo de Audi pretende ser el más artesanal de todos sus hermanos y primos de gama. Hablando de ostentación, la cercanía con el mundo de la náutica es enorme, y precisamente por ahí vino la inspiración del equipo de diseño a la hora de imaginar el puesto de mando. En Audi han denominado a esa sensación envolvente al estilo de la proa de un barco “wrap around”, y concentra a través del tablero de instrumentos y el sistema de información FIS (con una pantalla a color de siete pulgadas) todos los mandos e indicadores vitales para el piloto.
Y de nuevo, como en su esqueleto o en su exterior, tras las puertas se esconde otro de los adelantos que trae consigo el nuevo A8, una nueva generación del Multimedia Interface, el MMI Touch. En un momento en el que la telefonía móvil y la informática llevan años volcadas en lo táctil, la industria del automóvil no podía quedarse atrás. Mediante un touchpad, una superficie táctil para controlar los mandos que se activan a través del MMI de una forma mucho más rápida e intuitiva que antes. ¿Un ejemplo? El conductor puede establecer el destino final del navegador dibujando en el pad las letras que componen su nombre…
A partir de aquí las posibilidades de confort son casi inagotables. Si de serie los asientos delanteros ofrecen 12 posiciones, existe como opción un paquete que lo amplía hasta 22. Si les parece poco, hay otro opcional: un masaje neumático a través de diez cámaras de aire. ¿Más? La posibilidad de disponer de una banqueta trasera regulable, además de los asientos calefactados, las cortinillas eléctricas o el climatizador automático con cuatro zonas independientes y con mando exclusivo para las plazas traseras.
Interminables opciones
El catálogo de posibilidades más que un catálogo es un libro por tomos. Sólo el equipo de sonido de Bang & Olufsen es (como diría Valdano) de dibujos animados, con dos amplificadores de más de 1.400 vatios y 19 altavoces integrados en embellecedores de aluminio y con dos lentes acústicas (ya vistas en el anterior A8) que emergen cuando se pone en marcha el Advanced Sound System.
Mucho más complejos son los sistemas de seguridad activa y pasiva Audi pre sense front, Audi pre sense plus y Audi pre sense rear. Básicamente, lo que hacen es que, en distintas fases y ayudado por el control adaptativo de crucero, es capaz de detener el vehículo cuando prevé un peligro de choque o, en el peor de los casos reducir la velocidad de impacto y preparar el habitáculo y sus ocupantes para el impacto inminente. Y lo hace incluso cuando detecta la certeza de una colisión trasera.
Además de todo ello, también debuta en el nuevo A8 el asistente de visibilidad. Su piedra angular es una cámara que se encuentra en el frontal del vehículo, detrás de los cuatro aros. El ordenador es el encargado de transformar la información en imágenes, que se muestra a continuación en la pantalla ubicada entre los instrumentos y advirtiendo con un código de colores y mediante avisos acústicos de posibles personas, animales y objetos que se pueden interponer en nuestro camino.
En cuanto a mecánicas, todas asociadas a la caja de cambios Tiptronic de 8 velocidades y con la tracción total permanente quattro, el abanico no es muy amplio, pero menudo abanico... Como tope encontramos el 4.2 TDI de 350 CV, una mecánica que además monta el diferencial deportivo dinámico que sólo está como opción en las otras tres. También en diesel, el 3.0 TDI de 252 CV, y en gasolina, el 4.2 FSI de 372 CV y el 3.0 T FSI de 290 CV. En su conjunto, todos estos motores han permitido reducir el nivel de consumos en un 22 por ciento, con el 3.0 TDI como el más frugal al incorporar el sistema de arranque y parada automático y el de regeneración de energía. El precio del nuevo Audi A8 parte de 79.100 euros.
