TECNOECOLOGÍA
Novedad

Bosch ve un futuro de crecimiento

  • Bohr cree que la movilidad eléctrica tendrá que esperar una década
  • Bosch persigue la visión de una conducción libre de accidentes

La industria del automóvil vive en una permanente revolución y Bosch, como uno de sus principales proveedores, se puede considerar como una de las fuerzas motrices de ese cambio. Y un ejemplo es el camino que se está andando hacia la movilidad eléctrica. Así lo cree Bernd Bohr, presidente del área de negocio Técnica de Automoción y así se pronunció en la LX Conferencia Internacional de la Prensa del Motor que se desarrolló en el centro de pruebas de Bosch en Boxberg (Alemania). Tal y como explicó Bohr ante 330 periodistas de 35 países diferentes, la empresa se está desarrollando de forma dinámica, tanto en los aspectos económicos como técnicos. Las ventas en esta área superarán en 2011, por primera vez, los 30.000 millones de euros, es decir, la empresa experimentará un crecimiento de aproximadamente el 10 por ciento. Los mayores éxitos de Bosch se logran mediante tecnologías dirigidas a la movilidad respetuosa con el medio ambiente y la prevención de accidentes.  

Según las palabras de Bohr, la empresa se está beneficiando de su amplio conocimiento en el camino hacia el futuro de la conducción. “Al interconectar este amplio 'know-how', estamos ganando fuerza innovadora extra para poder acompañar y acelerar los grandes cambios del sector”. El desarrollo positivo del área de negocio Técnica de Automoción de Bosch se refleja también en el empleo. El número de personas que trabaja en esta área se incrementará, previsiblemente, a finales de año; de los 167.000 actuales se pasará a unos 177.000. Ese crecimiento se va a notar especialmente en la región Asia / Pacífico, pero también en otras partes del mundo.

Casi la mitad de los 26.000 ingenieros que trabajaban a principios de año en I+D en el área de Técnica de Automoción de Bosch estaba en Alemania y uno de cada tres trabajaba en Asia. El presupuesto de I+D "se sitúa claramente por encima de la media de la competencia", según Bohr. En 2011 Bosch invertirá más de 3.200 millones de euros en Investigación y Desarrollo. "Con ello tenemos que superar una lucha en varios frentes", dijo Bohr, "no sólo tenemos que proporcionar soluciones de movilidad para el futuro, a corto y largo plazo, sino que también tenemos que lograr que la conducción sea ya en la actualidad más limpia, económica, segura y confortable".

De esta manera, añadió Bohr, "Bosch descubre oportunidades de crecimiento a largo plazo, sin olvidarse de las oportunidades a corto plazo". En concreto, se trata, por ejemplo, de reducir el consumo de los coches diesel y gasolina en un 30 por ciento, como mínimo. Las técnicas que mejoran la eficiencia gozan de buena popularidad en el mercado. En ese sentido, Bosch aumentará las ventas de su sistema de inyección Diesel Common Rail anualmente en un 10 por ciento hasta el año 2015. Y en lo que se refiere a la inyección directa de gasolina, triplicará sus ventas. Este último sistema  permite, en combinación con turboalimentadores, construir motores más pequeños, que consumen menos pero que mantienen la misma potencia. Otro ejemplo es el sistema start/stop, que logra reducir el consumo en más de un 4 por ciento. Bosch venderá este año unas 2,6 millones de unidades de este sistema, es decir, el doble que en el año 2010. “Con un buen número de innovaciones hacemos que el accionamiento de los vehículos sea más eficiente que nunca”, resumió Bohr.       

A pesar de que mejore la eficiencia de los coches diesel y gasolina, el presidente del área Técnica de Automoción Bosch se mostró confiado en que el futuro pertenecerá al accionamiento eléctrico. Pero Bohr hizo una pregunta retórica: "¿Cuándo es futuro?" El paso hacia la movilidad eléctrica tendrá que esperar todavía más de una década, entre otros aspectos, por el elevado coste de las baterías y su poca autonomía. Pero no habrá una solución en la que se decida simplemente entre el accionamiento eléctrico y el motor de combustión. Bohr ve buenas posibilidades para el accionamiento híbrido enchufable a corto plazo: una batería relativamente pequeña y económica para conducir por la ciudad, combinada con un motor de gasolina o Diesel para trayectos más largos. "Estas combinaciones”, subrayó Bohr, “requieren unos amplios conocimientos sobre interconexión de sistemas, una de las fortalezas de  Bosch con su dominio de las tecnologías de propulsión y chasis".  

Para la movilidad eléctrica, Bosch dispone de una amplia gama de productos y de una gran capacidad técnica. La empresa fabrica electrónica de potencia, incluidos todos los semiconductores importantes, así como motores eléctricos. A finales de 2010 ha iniciado la fabricación de baterías de iones de litio en la empresa SB LiMotive, una joint-venture de Bosch con Samsung SDI. "Hasta 2013", comunicó Bohr, "suministraremos unos 20 proyectos de 12 fabricantes de coches con productos en serie para la movilidad eléctrica". Pero las inversiones en desarrollo son considerables. Bosch invierte anualmente unos 400 millones de euros en la electrificación de la propulsión. El objetivo es absorber rápidamente esos gastos a través de las economías de escala. Ante esta perspectiva, Bohr acogió gratamente los proyectos de cooperación en el sector, ya que permiten concentrar los volúmenes de producción. En ese sentido, Bosch planifica la creación de una empresa conjunta con Daimler para desarrollar, fabricar y comercializar motores eléctricos en Europa. Según Bohr, esto supondría un beneficio para ambas partes.        

El reto de los accidentes

Con la misma intensidad que la movilidad eléctrica, Bosch persigue la visión de una conducción libre de accidentes. Para ello, Bohr señaló perspectivas a corto y a largo plazo. Hizo referencia a las regulaciones legales que entrarán en vigor a partir de este año en Europa, EEUU y Australia para el Programa Electrónico de Estabilidad, ESP. Dentro de poco no habrá en estas regiones coches nuevos sin este sistema de protección contra derrapes. Bosch fue la primera empresa que lo desarrolló y lo comercializó. "En los próximos 20 años", Bohr recalcó, "los avances técnicos nos llevarán hacia la conducción autónoma". Para ello, será decisivo el desarrollo de los sistemas de  asistencia al conductor. Bosch trabaja en la actualidad con más de 600 ingenieros de desarrollo en este campo. La conducción autónoma se implantará primero para resolver situaciones sencillas, como, por ejemplo, aparcar o circular en tráfico lento con retenciones. Pero en las generaciones futuras de vehículos, será posible aplicarla para velocidades superiores. "La conducción autónoma vendrá paso a paso", dijo Bohr.   

Bosch está desarrollando también innovaciones específicas para los países emergentes de Asia y Sudamérica, donde el poder adquisitivo y el nivel de precios es muy inferior al de los países industrializados. Las experiencias recogidas para adaptarse a los requisitos específicos de estos mercados se pueden trasladar muchas veces a plataformas globales, dijo Bohr, y ofrecen la posibilidad de reducir costes. "El intercambio de experiencias entre nuestros ingenieros de desarrollo de los países industrializados y de los países emergentes no se realiza en un solo sentido, sino, más bien, en una autopista con ideas viajando en ambas direcciones". El éxito de Bosch habla por sí mismo. El porcentaje de las ventas en Asia con respecto a las ventas globales del área se han multiplicado por cuatro y han pasado del 6 al 26 por ciento, mientras que las ventas en esta región han pasado de 1.000 a 7.400 millones de euros al año.

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