Bajado el telón de la primera mitad de la temporada del nacional de asfalto y en pleno entreacto, es momento de hacer balance y empezar a anotar en el debe y en el haber. En el caso de Sergio Vallejo, la aventura con el Lotus Exige ha tenido más sombras que luces, sobre todo porque el abandono de Ourense fue de lo más doloroso, con una importante rotura de motor en el shakedown previo a la carrera, delante de toda su gente y en un rally en el que estaba convencido de que podía estar con Fuster y Pons.
“Habíamos tenido algún problema en Vigo, pero no dijimos nada para no dar pistas a nuestros rivales, así que al solventarlos estábamos seguros de que en Ourense íbamos a poder pelear por la victoria o, por lo menos, estar cerca”. Con este abandono, el tercero junto al del Rías Baixas y Alicante rompieron la progresión y dilapidaron los cálculos que el equipo Vallejo Racing había hecho para poder llegar al final de temporada, con el Lotus en perfecta forma y la maquinaria engrasada, con posibilidades matemáticas de disputarle el título a los favoritos. En este momento, Miguel Fuster y Xevi Pons.
El gallego ya sabe lo que es jugársela con un coche que no está parido para correr en un tramo de carretera. Con el Porsche la apuesta le salió redonda, pero necesitó dos temporadas para ir afilando el ‘nueveonce’ y así poder atacar en 2009, el año del título. “Hicimos un buen trabajo con Bernard Vara”, reconoce orgulloso Sergio. Con el Lotus todo va un poco más lento, pero lo que de verdad le preocupa es que la mecánica se ha mostrado mucho más débil de lo que preveían y como botón de muestra, la avería que dejó muy dañado el motor durante los entrenamientos previos al Rally de Ourense. “Fue inesperada, o al menos creíamos que era inesperada, pero parece que ya había habido otros casos. A ser una avería muy importante, no se puede volver a repetir”.
Para solventar éste y otros problemas, Vallejo está estos días en Italia para volver a la sede de PB Racing, en Bergamo (Italia), pero lo hace con la cabeza puesta en una alternativa que le es familiar y con la que sabe que será competitivo desde el primer kilómetro. “En principio se habló de esa posibilidad. Álvaro Muñiz con el Lotus y yo con el Porsche, pero el presupuesto es el presupuesto y optamos por esta alternativa”… La posibilidad que barrunta es la de volver sobre sus pasos, ceder el baquet del Exige a su compañero de equipo con la ventaja de todo el trabajo de desarrollo que se ha hecho, y volver a sentarse en un 997 GT3. “Será viable si los patrocinadores que ya están con nosotros y que tan bien se están portando se mojan un poquito. Ésa es nuestra intención, pero siempre con cabeza. ¿Si no se puede? Todo quedará como estaba”, ha admitido en la entrevista que ha mantenido con el programa Kilómetro 103 de Radio Canarias.
Tienen un par de semanas para saber si es o no viable. El 10 de julio expira el plazo que se han dado en su equipo, porque o hay que hacerse con el Porsche o con la segunda unidad del Lotus para Muñiz y, una vez lo tengan en sus instalaciones, tocará ponerse manos a la obra. No hace falta decir que lo prioritario es sacar el presupuesto para el coche alemán. “Es cierto que hay rallys que no le van bien, pero en general es un coche cuyos costes de mantenimiento no tienen nada que ver con las demás alternativas y que es muy fiable”, recuerda Sergio, que aún así afirma tener “mucha fe en el programa Lotus”.
