Desde su primer lanzamiento en Canarias, hace ya más de 15 años, el Toyota RAV 4 no ha parado de sumar adeptos atraídos por unas siglas, que en sus distintas renovaciones, su única ambición ha sido mantener vivo el espíritu que lo convirtió en un vehículo de culto entre los de su especie.
Al abrigo de una creciente demanda de vehículos todoterrenos, nació una nueva raza que respondía con suficiencia extrema a una voluntad de compra más emocional que racional. El Toyota RAV 4, pionero de esta nueva estirpe, sigue cumpliendo, con este nuevo lanzamiento, con los requerimientos de un segmento que ha multiplicado y disociado su oferta de forma espectacular, eso sí, sin perder de vista su talento natural en el que radica todo su atractivo.
Un diseño consecuente
El nuevo Toyota RAV4 se define desde su propio diseño. Como en un proceso evolutivo, cada nueva generación añade un detalle, un rasgo, un símbolo, que la caracteriza. En esta nueva ocasión, es el frontal el que recibe la mayor atención. Así, su semblante, con la inclusión de algunos complementos en cromado, vuelve a representar el papel protagonista donde la elegancia se combina con un cierto aire de rudeza y robustez en sus formas para ofrecer, sobre todo, carácter. Una característica que se ve enfatizada por unos prominentes pasos de rueda en ambos trenes y que unidos a su tamaño, le confieren un aspecto general más distintivo y sofisticado.
La parte trasera, sin embargo, hereda el aspecto de la generación anterior con sutiles pero importantes cambios como la utilización de la tecnología LED en unos nuevos y destacados grupos ópticos que flanquean un portón de apertura lateral. Sobre éste, un alerón como icono de dinamismo y deportividad de la que hace gala este nuevo conjunto.
El diseño interior también ha visto reforzada su presencia con una mayor expresión de funcionalidad. En este sentido el sistema de asientos Easy Flat ofrece un alto nivel de conciliación con las necesidades de las familias actuales, ofreciendo la posibilidad de una serie de configuraciones de fácil acceso ya sea para el trajín diario o cuando preparamos el vehículo para un divertido fin de semana.
Motor de gasolina Valvematic de 2.0 litros o Diesel 2.2 D-4D
Si duda, el todoterreno y en menor medida los SUV y SUV compactos, son los vehículos que más se han visto afectados por las nuevas leyes sobre emisiones. Bueno estos y las berlinas de lujo, las berlinas de no tan lujo, los modelos sedán, algunos compactos, etc, etc, etc. En este sentido los motores del RAV 4 se benefician de la política general de la marca sobre emisiones adoptando para sí la tecnología Toyota Optimal Drive ya presente en todos sus nuevos lanzamientos. Traducido, máximo nivel de eficacia con el mínimo nivel de emisiones que se hace efectiva tanto en sus versiones con tracción delantera (4x2) o con tracción 4x4 de las que vamos a poder disponer en Canarias.
En nuestro mercado las posibilidades en cuanto a motorizaciones estarán representadas por el motor de gasolina de 1.987 cc y 4 cilindros con potencia de 158 CV y un par de 198 Nm. Este motor está disponible con tracción delantera y una transmisión manual de seis velocidades o con el Sistema Integrado de Conducción Activa 4x4 presumiblemente en combinación con el cambio automático MultiDrive S.
En diesel, la opción disponible corresponde al motor 2.2 de 150 CV y 340 Nm, también asociado a la misma caja manual de 6 velocidades con tracción delantera y a las cuatro ruedas con el Sistema Integrado de Coducción Activa. Este elemento controla constantemente la transferencia de par entre las ruedas delanteras y traseras mediante un acoplamiento con control electromagnético situado delante del diferencial trasero y optimiza la tracción y la estabilidad en cualquier circunstancia de conducción. El sistema incorpora un botón de bloqueo del 4x4 para que la distribución se reparta en partes iguales y maximizar su tracción en todoterreno.
