Sergio Vallejo cerrará este fin de semana un paréntesis de temporada y media para volver a su casa: el habitáculo del Porsche 997 GT3. Él y su equipo hicieron campeón a este coche en 2009 y en Ferrol empieza el camino de la reconquista. No será en 2011, ya que esta temporada el título está claramente decantado del lado de otro Porsche, el de Miguel Fuster, o el del Ford Fiesta Súper 2000 de Xevi Pons, pero que en breve estará listo para echarles carreras no lo duda nadie.
Ni siquiera el propio piloto lucense, que este fin de semana podrá tener a su lado a su hermano Diego después de que Albert Llovera haya tenido que tomarse unas vacaciones por una fuerte tendinitis que arrastra de Finlandia y se pierda el Rally de Alemania.
Ayer hicieron sus primeros sesenta kilómetros de test con el Porsche, así que hoy era un buen día para hacer balance y ponerse metas en los cinco rallys que le quedan a este Campeonato de España. “El coche va bien y la base es buena. Hicimos algunos cambios, sobre todo a nivel de suspensiones, que tenía ganas de hacer y funcionarán bien en rallys más lentos”, señala Vallejo, que en este sentido ha tomado el mismo camino que Miguel Fuster a la hora de evolucionar el Porsche, un coche de una inmensa potencia pero que en los tramos ‘ratoneros’ y deslizantes del norte las pasa canutas.
Tal y como se preveía, Álvaro Muñiz se sube al equipo en Ferrol al volante del Lotus Exige GT obrando el milagro de estirar el presupuesto gracias al apoyo de los patrocinadores de la estructura gallega. Aún así, el Porsche se ha tenido que hacer casi a medida de lo que había, de ahí que no sea un 997 GT3 ‘full’. “No tiene lo último en motor, pero creemos que así será más fácil de utilizar en tramos lentos. Las diferencias respecto al coche de 2009 –el mismo que ahora está en manos de Alfonso Viera- afectan al escape y árbol de levas, lo que en banco de potencia supone unos veinte caballos. Es lo que nos separa del coche de Fuster”.
A pesar de esa diferencia y después de los test de ayer, Vallejo irradia optimismo. Lleva medio año peleándose con un coche que no acababa de explotar en el nacional y vuelve a uno que sabe cómo hay que conducirlo para ser competitivo y cuál es la puesta a punto que requiere, afirma. Respecto a sus opciones en Ferrol, Vallejo lo tiene igual de claro: “Lo primero es poner el coche bien, como debe estar, porque el test fue demasiado corto, así que deberemos aprovechar bien el shakedown para probar algunas piezas que van a llegar esta semana. Si el coche va bien, estaremos preparados para jugarnos el rally”.
