La reciente renovación por dos años de Loeb con el equipo Citroën Total Word Rally Team ha vuelto a desatar las iras entre los dos componentes del equipo. Desde la distancia, la impresión de lo sucedido en las últimas carreras era sólo el producto del pulso que mantenía el francés número del mundo con el equipo número uno del mundo con la intención de cer
rar al alza su nuevo contrato. En el debe del campeón, órdenes de equipo inexplicables y el evidente protagonismo alcanzado por Sebastian Ogier y como único apunte en el haber, la entrada en escena de un posible acuerdo millonario con el equipo Volkswagen Motorsport. Estas, entre otras premisas, se convertían en las variables de una ecuación a la que finalmente parecía haberse dado solución.
De vuelta las aguas a su cauce, el equipo ha revertido la situación otorgando de nuevo toda su confianza a Loeb mientras Ogier retornaba a su papel de actor secundario. O así había sido hasta ayer cuando el siete veces campeón del mundo apuntaba a una nueva victoria en Alemania (la décima consecutiva de haberlo conseguido) y el destino se empeñaba en dar protagonismo al evidente enfrentamiento que existe entre ambos.
Ogier iniciaba la última jornada con más de un minuto de diferencia sobre su compañero de equipo mientras gritaba a los cuatro vientos que aún existía la justicia deportiva refiriéndose al vuelco que había sufrido la clasificación tras el pinchazo de Loeb. A partir de ese momento, el número de dos del equipo Citroën ha pilotado sobre algodones. No quería repetir la mala experiencia de Argentina, consiguiendo su cuarta victoria de la temporada y lo que es más importante, superando a Hirvonen en la clasificación general para colocarse tras el líder provisional del mundial.
Pero este triunfo de Ogier ha tenido que repartir su protagonismo con el papel desarrollado por Dani Sordo y el Mini John Cooper Works WRC. El español ha superado todas las expectativas con un vehículo que debutaba este año en competición y afrontaba, al igual que el resto de equipos, su primer test importante sobre asfalto. El tercer puesto conseguido en la clasificación por el Mini WRC Team abre una ventana de esperanza a todos los equipos que aún se debaten en la disyuntiva de iniciar su andadura en el Campeonato del Mundo de Rallys. Este podio de Sordo tiene un valor intrínseco importantísimo y así lo ha puesto de manifiesto el propio piloto español: “Estoy muy contento con el coche. La suspensión siempre ha estado bien, el motor cada vez va mejor, así que estoy satisfecho, no solo por la posición, sino también porque estamos muy cerca de los mejores”.
Su compañero de equipo, Kris Meeke, empezó los tramos de esta última jornada en la quinta posición pero una sucesión de inconvenientes desembocaron 
en su abandono definitivo cuando protagonizaba una ajustada pelea con Peter Solberg por la quinta posición, por pérdida de potencia en el motor de su Mini en el penúltimo tramo.
El Ford Abu Dhabi Word Rally Team, tras los problemas que le ha acompañado durante los pasados días de competición, alcanzaba su particular cuota de protagonismo en la jornada de hoy repartiéndose los scratch en el primer paso por los tramos de Dhrontal y Moselwein. Una circunstancia que permitiría a Hirvonen recortar distancias con Sordo aunque lejos aún de poder arrebatarle un tercer puesto que el español se había ganado a pulso. Al final 48 segundos separaron ambos contendientes.
La próxima cita del WRC tendrá lugar a partir del 8 de septiembre en Australia donde a buen seguro asistiremos a un nuevo capítulo de este culebrón galo en el que se ha convertido el seno del equipo Citroën Total Word Rally Team.
