Horas después de que Dani Pedrosa diera al motociclismo español en Motegi (Japón) su victoria número 400 en el Mundial de Grandes Premios, en ‘el otro’, el de Superbike, Carlos Checa tumbó uno de los pocos muros que le quedaban a este deporte en nuestro país al coronarse campeón en Magny Cours (Francia). A sus 38 años y cerca de cumplir los veinte compitiendo a nivel internacional, el catalán lo hizo a lo grande, sumando un nuevo doblete y dando a su marca, Ducati, su decimocuarto título de pilotos y el decimoséptimo de constructores.
Un balance impresionante el de Carlos y su Ducati, capaces de a falta de una prueba, alcanzar los 467 puntos gracias a sus, hasta hoy, trece victorias y veinte podios. El bravo piloto español ha escrito, a los mandos de su 1198, una inolvidable página en el libro de récords, aunque todavía le quedan por escribir dos más, las de las dos mangas de Portimao, última cita del año.
Con este título, Checa une su apellido al de otras leyendas Ducati como el francés Raymond Roche, el primer campeón de SBK con una de las motos italianas en 1990, el estadounidense Doug Polen (1991 y 1992), los británicos Carl Fogarty (1994, 1995, 1998 y 1999), Neil Hodgson (2003) y James Toseland (2004) y los australianos Troy Corser (1996) y Troy Bayliss (2001, 2006 y 2008).
“Soy extremadamente feliz por haber ganado mi primer título mundial de SBK y otro tanto de haberlo hecho sobre una Ducati. Quiero agradecer de corazón a todo el equipo Althea y a todos los que en Ducati han trabajado duro para garantizar este resultado ofreciéndome la confianza necesaria. Juntos hemos hecho un gran trabajo esta temporada. Desde el inicio, la temporada partió con buen pie a pesar de competir contra pilotos siempre rápidos con motos competitivas. A mitad de temporada hemos comenzado a pensar en el título por lo que la presión ha aumentado pero he intentado no perder la concentración, cometiendo el menor número de errores posibles, y al final, el resultado ha llegado. Es una sensación bellísima. Y aunque el título ya esta conquistado, miro adelante y quiero concentrarme en la última carrera en Portimao, donde espero terminar la temporada a lo grande!”, manifestó el veterano piloto español.
Los resultados de este fin de semana confirman también la victoria de Ducati en el campeonato de constructores, el decimoséptimo título conquistado por el fabricante de motos deportivas de Borgo Panigale desde 1988, año de comienzo del campeonato del Mundo de Superbike, el de las motos derivadas de serie, a diferencia de MotoGP, que son prototipos sin reflejo directo en el mercado.
Fin de semana redondo
Carlos, que partía desde la primera línea, sabedor de que si terminaba la primera manga con una ventaja de al menos tres puntos sobre Melandri, habría alcanzado el margen de puntos suficientes para garantizar la conquista del título, quiso cruzar la meta en primera posición después de haber escalado posiciones hasta comandar el grupo del que escapo subiendo a lo más alto del pódium. En la segunda manga, Checa, ya sin presión, luchó por la victoria, y después de una excelente remontada, cruzó nuevamente primero por meta firmando un fantástico doblete. Un día memorable para él, para el Team Althea y para Ducati.
Y para hacer el día aun más importante y memorable para el fabricante boloñés, Davide Giuliano, el integrante del equipo Althea Racing en la categoría de Superstock 1000 -campeonato reservado a las motos estrictamente derivadas de serie-, dio a Ducati otros dos títulos más en Magny Cours, los de pilotos y constructores en este peldaño previo a las SBK y también a lomos de una 1198. Paradójicamente, este mundial es el que le ha reportado a Filippo Preziosi y todo su equipo del Ducati Corse las mayores alegrías en el año de la llegada de Valentino Rossi en su estructura de MotoGP. La trayectoria del campeón italiano ha sido errática durante toda la temporada, mientras en SBK todo han sido alegrías.
Preziosi, director general del departamento de competición de la marca boloñesa estaba encantado con este diluvio de títulos de Magny Cours. “Carlos se merece esta victoria como piloto y como persona y le debemos un agradecimiento inmenso. También a Genesio Bevilaqua por la pasión con que ha vivido esta aventura con nosotros y por haber creído en Carlos y en Ducati, pero, sobre todo, gracias en particular a todos los chicos de Ducati Corse”.
