En Opel lo definen como la quintaesencia en diseño y dinamismo de conducción del nuevo Astra. Lo sea o no, lo que no se le puede quitar es su aspecto tenso y afilado que lo diferencia de la carrocería de cinco puertas. Aunque esto haya supuesto que no comparte ninguno de los elementos exteriores con los demás miembros de la familia.
Bueno, ninguno no. Las carcasas de los retrovisores exteriores y la varilla de la antena de radio son las mismas... Pero nada más. Hasta las llantas de entre 17 y 20 pulgadas son, en seis de los siete modelos disponibles en su catálogo, exclusivas del GTC. También es personal e intransferible su parabrisas panorámico que encierra, atención, once patentes por obra y gracia de sus ingenieros de Rüsselsheim. Esta enorme cristalera se extiende sin interrupciones desde el capó por el techo y hasta el pilar B, y lo hace sin ningún larguero que entorpezca la visión.
Hablamos por tanto de algo más que una versión para hablar de un modelo dentro de otro que saldrá en busca de un cliente con un perfil más atrevido y deportivo. Con una visión mucho más hedonista del automóvil y que quiere que la cara afilada y desafiante del Astra GTC sea el espejo de su alma. Aunque en Península ya se ha iniciado el protocolo de lanzamiento, en Canarias habrá que esperar hasta los últimos días de diciembre o primeras semanas de 2012. Su precio rondará los 20.000 euros en las islas, si bien en el distribuidor oficial falta que se aplique la campaña de descuento que se definirá antes de que llegue a los concesionarios.
Pero siendo un cupé como es, su aspecto tiene un peso específico en el conjunto. El equipo de diseñadores quisieron elevar la tensión que transmite la carrocería del Astra, y lo hicieron limitando el número de líneas. Así, una fina y marcada arista que se curva hacia abajo desde la puerta delantera y a lo largo del estribo lateral es la que proporciona energía al lateral de la carrocería. Se mantiene la forma de álabe característica de Opel que se introduce en la misma dirección a imagen y semejanza del Insignia. Una segunda línea recorre desde la manilla de la puerta hasta la parte trasera, resaltando la silueta deportiva del vehículo. La tercera, acabada en aluminio pulido, sigue la silueta del techo marcando la línea de las ventanillas, lo que guía la vista hacia el acentuado spoiler inte
grado.
El frontal, muy limpio, incorpora el típico pliegue central ‘marca de la casa’ pero acentuándolo mediante unos intensos faros delanteros muy finos en forma de ojo de águila que incorporan las luces diurnas en forma de ala. Estos ‘ojos’ resaltan la calandra formada por una fina barra cromada con el logo y la parrilla trapezoidal que, para reforzar su aspecto de coche de carreras, está ubicada en una posición más baja.
Pero el sector del que más orgullosos están sus diseñadores es la cintura. Aquí la imagen es imponente y, en marcha, le da una inconfundible presencia sobre la carretera, destacando su silueta ancha y baja. Los LED traseros, con grafismos inspirados también en unas alas, tienen una función práctica, pero a la vez parecen subrayar la perfecta integración del alerón trasero en el techo.
Lo mejor de lo mejor
Pero que el GTC es algo más que un epígrafe dentro de la gama Astra queda de nuevo demostrado al hablar de su tren rodante. El chasis electromecánico tiene una arquitectura de suspensión delantera desarrollada a partir del Insignia OPC, todo para poner la agilidad y la respuesta a la altura de lo que se espera de un coche de su aspecto. Comparado con el cinco puertas, es 15 mm más bajo, mientras que la base de sustentación se incrementa ligeramente. Debido a los brazos de control más largos en el eje trasero, la distancia entre ejes se incrementa en 10 mm, desde los 2.685 mm hasta los 2.695 mm.
Ambas vías son más anchas, con 1.584 mm (+ 40 mm) en el eje delantero y 1.588 mm (+ 30 mm) en el trasero. Este detalle permite montar llantas con mayores diámetros, lo que beneficia tanto la estabilidad, como la presencia bien adaptada a la carretera y, por qué no, el impacto visual. Porque habrá quien busque sensaciones, pero también quien se decantará por él gracias a su aspecto.
Un tren de rodaje superdotado
Pero hay más y no se ve a simple vista. Independientemente de la motorización que equipen y de su nivel de acabado, todos los Astra GTC están pertrechadas con un elemento que sólo montan los deportivos más radicales: la suspensión delantera con Torretas de Altas Prestaciones (HiPerStruts). Comparadas con las McPherson convencionales del Astra, éstas reducen el ángulo de inclinación del pivote de la dirección, la geometría y la longitud de los ejes. Esto repercute en un mejor agarre y guiado de las ruedas, reduciendo de manera significativa las reacciones innobles de la dirección e incrementando la capacidad de giro. En definitiva, ofreciendo al conductor un tacto más consistente y una respuesta de dirección más ágil de dirección, justo lo que buscan los pilotos de coches deportivos. También se ha revisado la suspensión trasera por eje torsional con timonería de Watt del Astra GTC, en los parámetros de torsión y altura específicos para esta aplicación.
Y por supuesto, este chasis está preparado para integrar el sistema inteligente de suspensión completamente adaptativa FlexRide, un dispositivo que adapta el comportamiento de la amortiguación a las condiciones de la carretera, la velocidad de paso por curva, los movimientos del vehículo y el estilo de conducción de cada uno y que tiene su razón de ser el modelos como éste. El conductor puede elegir entre el equilibrado modo Normal, que es completamente adaptativo, el modo Tour más cómodo o el deportivo modo Sport.
Deportivo pero económico 
El Astra GTC estará disponible en España con una oferta de cuatro motorizaciones – un diesel y tres motores de gasolina. La versión OPC de altas prestaciones también estará disponible a lo largo de 2012. El mejorado motor turbodiésel common-rail 2.0 CDTI de 165 CV está equipado con un filtro de partículas diesel y tecnología Start/Stop. El 2.0 CDTI combina unas excelentes prestaciones (380 Nm) con una gran eficiencia (4,8 l/100 km) que le permite recorrer más de 1.100 km. El sistema de arranque y parada automático es también de serie en los motores de gasolina 1.4 Turbo de 120 CV y 140 CV que entregan un par motor de 200 Nm y consumen 5,9 litros cada 100 km. La oferta de gasolina se redondea con el 1.6 Turbo de 180 CV, que alcanza una velocidad máxima de 220 km/h.
Todos los motores vienen de serie asociados a cajas de cambios manuales de seis velocidades. La automática de seis velocidades estará disponible con el motor 1.4 turbo de 140 CV de gasolina y con el turbo diesel common-rail 2.0 CDTI desde principios de 2012.
El nuevo Astra GTC también ‘pica’ alto en lo que respecta a los asistentes a la conducción, todos versiones mejoradas de dispositivos que ya estrenaron otros hermanos de gama. Es el caso del Opel Eye (opcional), ahora con nuevas funciones, como el Reconocimiento de Señales de Tráfico (TSR), capaz de identificar más indicaciones y, además, ampliar la información mediante el navegador. La cámara integrada también proporciona otro servicio junto al Aviso de Abandono Involuntario de Carril (LDW), el de Indicación de la Distancia de Seguridad (FDI) que visualmente informa al conductor sobre la distancia que le separa con el vehículo precedente.
No podía faltar la cuarta generación del Sistema de Iluminación Adaptativa (AFL+) con faros bixenón que incluye el Asistente de Luces Largas. En esta misma línea está el sistema de Regulación Inteligente de la Iluminación (ILR) que utiliza la cámara del Opel Eye para medir la distancia con el vehículo precedente y adapta continuamente el haz de luz corta.
Atlético con virtudes prácticas
A pesar de su aspecto de afilado cupé, esta variante del compacto alemán no se deja llevar por sus mareantes cifras de prestaciones y conserva aquellas que garantizan confort y habitabilidad. Un buen ejemplo es su maletero, con una capacidad variable que va de los 370 a los 1.235 litros, según la marca, 200 más que sus rivales. También el volumen disponible para guardar objetos más o menos grande a lo largo y ancho del habitáculo se ha incrementado en un 50 por ciento respecto al anterior. El fabricante alega que si esto es así es, básicamente, gracias al freno de estacionamiento eléctrico que libera de espacio la consola central.
El carácter deportivo se aprecia de puertas adentro en tapicerías, colores y decoraciones, tanto en la versión ‘Selective’, como en el ‘Sportive’. La última, la más agresiva, añade acabados en cuero mezclando aplicaciones en Alcántara y Nappa, mientras el volante, de serie en toda la gama, mejora su agarre y ensalza ese carácter desafiante.
