Tras Montecarlo y Suecia ahora la toca el turno al Rally de México, primera cita de un serial de seis donde los pilotos del Campeonato del Mundo tendrán que enfrentarse a la tierra. La única parada que el WRC hace en el continente americano se ha convertido en un clásico por sus especiales características. Y es que la altitud, como ha comentado Sebastian Loeb, juega un papel fundamental por la falta de oxígeno que incide directamente en la potencia de los motores.
El francés parece encontrarse especialmente cómodo en una prueba en la que no se ha bajado del escalón más alto de pódium desde 2006. Los espectadores de la provincia de León han aceptado de buen grado el espectáculo que se les brinda y ahora siguen con fervor las evoluciones de los pilotos, principalmente el que a base de triunfos se ha convertido en su gran ídolo. “Es un rally muy agradable, hace sol, las especiales son divertidas y se siente la pasión de los espectadores”, comenta Sebastian Loeb. “La ceremonia de salida, organizada el jueves por la noche en las calles de Guanajuato, es uno de los platos fuertes de la temporada. Siempre es agradable empezar el rally con una especial trazada en las calles subterráneas de la ciudad minera”.
México también se ha caracterizado por la espectacularidad de sus “superespeciales”. Estas, aunque sólo representan el 3% del kilometraje total, en ocasiones se convierten en decisivas. “No me gusta especialmente este tipo de pruebas, pero hay que tenerlas en cuenta ya que ahí se pueden perder dos o tres segundos, la diferencia que normalmente hay al final de un recorrido de 20 kilómetros”, comenta el ocho veces Campeón del Mundo. “Prefiero las especiales tradicionales sobre tierra. En México, normalmente las carreteras de montaña son anchas y rápidas. Hay también algunas zonas sinuosas y estrechas en las que hay que tener mucho cuidado, pero en general es una prueba divertida”.
Uno de los grandes damnificados del poderío de Loeb en México ha sido precisamente el que hoy es su compañero de equipo, Mikko Hirvonen. Segundo el año pasado, este fin de semana probará por primera vez las excelencias del Citroën DS3 WRC sobre tierra en competición donde en 2011 consiguió siete victorias de nueve posibles.
“El año pasado me llevé un buen regalo al terminar en el podio, a pesar de que es un rally muy complicado. La zona donde se disputa la prueba está a una altitud de 2000 metros y eso rebaja sensiblemente la potencia de los motores. También pinché alguna vez, aunque esta no es la prueba más exigente para los neumáticos”, comenta el subcampeón del mundo en título. “Estoy entusiasmado con la idea de disputar este rally con Citroën, después de los buenos resultados que han conseguido en México. También estoy contento de cómo han ido las pruebas sobre tierra, me he sentido muy bien con el coche”.
Mikko opina que este será el verdadero comienzo de la temporada: “La temporada WRC se desarrollará principalmente sobre tierra y será interesante ver la jerarquía que se marcará entre los pilotos y equipos. En lo que a mí concierne, espero marcar algunos de los mejores tiempos en las especiales, pero sobre todo pensando que contra quién luchamos es contra los otros equipos y espero que consigamos un buen resultado para Citroën”.
En la clasificación del Campeonato del Mundo, Sébastien Loeb y Mikko Hirvonen ocupan los dos primeros puestos en el de Pilotos, mientras que el Citroën Total World Rally Team es líder en el de Constructores.
