Se podría decir que Loeb y Citroën llegan a otro de sus rallys fetiche. Seis victorias para el piloto y siete para la marca, que estrenó la racha en 2004 con Carlos Sainz. Como quinta cita del WRC el Rally de Argentina es uno de los que mayor cantidad de público es capaz de atraer a sus tramos. El deporte del motor se vive con tal pasión en estas latitudes que es una de las carreras preferidas por los pilotos a pesar de su reconocida dureza.
Este año el segundo rally en suelo americano junto con México desafía a los equipos con más de 500 kilómetros cronometrados. Los organizadores de esta carrera han apurado lo que les permite el reglamento para superar en 150 kilómetros la proporción de especiales respecto a la edición anterior. En este sentido, el tramo de ‘Matadero-Ambul’ de 65,74 kilómetros que se disputará el domingo a las ocho de la mañana, puede ser una de las pruebas más duras del rally y la más larga del WRC en mucho tiempo. Con tales cifras el de Argentina se equipara al rally ‘todoterreno’ por antonomasia, el Safari africano. Concretamente a la edición de 2002, la última que se celebró como parte del WRC y que ganó el mítico Colin McRae (Ford Focus RS WRC).
“Lo más divertido, si se puede decir así, es que esta especial nunca antes ha sido disputada”, comenta resignado Daniel Elena, encargado de ‘cantarles’ los más de 65 kilómetros de especial a Sébastien Loeb. Con seis triunfos en su haber el copiloto monegasco sabe cuáles son las características del suelo argentino. “Varían entre zonas con poca gravilla suelta a otras con mucha. Nunca sabes lo que te vas a encontrar. Lo que sí es verdad es que ninguno de los pilotos podrá ir a tope de principio a fin. Las diferencias entre unos y otro pueden ser grandes y luego no, y puede ser que al final del rally los primeros no estén separados por muchos segundos”. Aún así Elena recuerda que esta macro especial “no será la única decisiva”. “Hay también dos pasadas de 52Km en la de Ascochinga-Agua de Oro, los 39 kilómetros de Intiyaco-Golpe de Agua…”
Loeb, que ha reconocido alguna que otra vez que se le hace cuesta arriba preparar rallys que como el mexicano o éste de Argentina cubren distancias muy largas, llega con un plus de motivación después de tener que retirarse a las primeras de cambio en Portugal. “Tras la decepción quiero volver a ganar y sobre todo en este rally que cuenta con un ambiente inigualable. Una vez más elegir las posiciones de salida para la primera etapa supondrá un verdadero quebradero de cabeza”, augura.
Con una distribución de las etapas muy diferente a la de Portugal, el ocho veces campeón del mundo no se la jugará y evitará escoger un lugar adelantado en el orden de salida. “Allí tomamos un riesgo controlado eligiendo ser los primeros, ya que el primer día sólo había 35 km de especiales cronometradas. En Argentina, el viernes tiene más de 200 km cronometrados. Si llueve necesitaremos estar delante para evitar el barro. Y si no, lo mejor sería tomar la salida desde la posición decimoquinta más o menos”.
Con el segundo obtenido en la edición del pasado año como mejor resultado personal en esta prueba, Mikko Hirvonen también quiero olvidarse del último rally disputado. En su caso más frustrante que para ningún otro, ya que tras lograr su primer triunfo mundialista como oficial Citroën, una irregularidad técnica en el embrague lo descalificó una vez completadas todas las etapas- “Pensamos que en Portugal se vería la verdadera jerarquía que hay entre los equipos. Pero por la forma cómo se desarrollaron las cosas no pudimos conseguirlo y creo que este rally volverá a ser muy abierto. En Portugal pasamos la mayoría del rally a un ritmo muy medido. Lo más importante era seguir en pista ya que contábamos con una buena ventaja. Estoy impaciente porque comience la prueba Argentina ya que cuenta con unas estupendas especiales y siempre me ha gustado correr allí”.
