Marco Lorenzo y su copiloto Rodolfo del Barrio han tenido que abandonar en la cuarta cita del Campeonato de España de Rallys de asfalto y tercera del Challenge Twingo R2. El piloto tinerfeño sufrió una leve salida de carretera en una zona sin público durante el tercer tramo del Rally Ourense y aunque después de mucho esfuerzo lograron salir del barrizal en el que quedaron atrapados, kilómetros después descubrieron que el circuito de frenos de su coche había quedado dañado y tuvieron que volver hacia su asistencia.
Y eso que a pesar de la lluvia Lorenzo se había encontrado muy cómodo en esos primeros tramos del rally gallego. Sus tiempos en ‘Toén 1’ le permitieron acceder a la cuarta posición de esta copa monomarca, pero ese recto en ‘San Pedro de Rocas 1’ rompió de cuajo esa progesión que parecía empezar a dibujar la trayectoria del canario en el nacional.
La idea de Marco y Rodolfo era poder reengancharse a la carrera y así poder conocer los tramos de la tarde como ‘Vilariño Frío’ (14,9 km), Luintra (14,44 km) y, sobre todo, el mítico ‘Cañón do Sil’ de más de treinta kilómetros. Por ello la rotura de un latiguillo del sistema de frenos de su Renault Twingo R2 cayó como un jarro de agua fría. “Ha sido mala suerte. Empezamos bien y con excelente ritmo aún a pesar de las condiciones del asfalto. Tuvimos mala suerte en la salida porque no había público para ayudarnos a volver a la carretera y se nos fueron muchos minutos”, explicó el tinerfeño.
De los tres rallys que ha disputado en el Challenge Twingo, en dos Lorenzo ha tenido que vérselas con la lluvia y aunque el balance de dos abandonos podría ser descorazonador, el vigente campeón canario prefiere ver algún que otro claro entre tanto nubarrón. “La parte positiva es que el ritmo es cada vez mejor, aunque nos hubiera gustado seguir por la experiencia para próximos años. Seguimos evolucionando a pesar de la dificultad de dar sólo dos pasadas de reconocimiento”.
