En el marco del GP de Mónaco, Renault desveló el Twin’Run que compartiendo los mismos gen
es que el Twin’Z presentado el pasado mes de abril en la Trienal de Milán aunque la marca del rombo se decanta en esta ocasión por mostrar su faceta más deportiva rindiendo homenaje, tal como anuncian sus responsables, a los míticos R5 Turbo y Clio V6.
En definitiva se trata de ir dando forma a las líneas estilísticas del futuro vehículo urbano de Renault. En Mónaco el público pudo asistir en directo a una carrera de exhibición protagonizada por los tres vehículos, el Twin’Run pilotado por Calos Tavares, director general, mientras a los mandos del Clio V6 y el Maxi 5 Turbo se encontraban el piloto de F1 Charles Pic y, cómo no, Jean Ragnotti.
El aspecto y decoración del nuevo concept car es un guiño a la historia del R5 Turbo como de uno de los grandes mitos deportivos de Renault. El número 5 sobre las puertas, el dibujo de los faros delanteros, la silueta de la zaga e incluso los cuatro faros adicionales con tecnología LED reinterpretan aspectos básicos de un modelo cuyo espíritu se mantiene aún vigente en nuestros días.
Inspirado en la competición
Tal es el grado de implicación alcanzado en este concept car que la carrocería de material ‘composite’ descansa sobre un chasis mutitubular de acero realizado en colaboración con sus socios tecnológicos en el desarrollo de preparaciones para la competición. El motor, situado en posición central trasera y dispuesto longitudinalmente, se trata del mismo V6 3.5 L utilizado por el Mégane Trophy capaz de desarrollar una potencia de 320 CV a 6.800 rpm y un par máximo de 380 Nm a 4.850 rpm.
Al V6 lo respalda una caja de velocidades SADEV secuencial de 6 relaciones equipada con un diferencial autoblocante de deslizamiento limitado que favorece la motricidad de Twin’Run y el trazado de las curvas. El embrague bi-disco metálico procede directamente de la competición.
Para garantizar un óptimo reparto del peso, el depósito de combustible, la batería, el radiador y el sistema de asistencia hidráulico se sitúan debajo del capó delantero. La suspensión es de doble triángulo con pivotes independientes de aluminio y muelles amortiguadores Ohlins.
A bordo
El interior también está concebido como un vehículo de competición con arco tubular y asientos de competición sin embargo presenta ciertos elementos que mejoran la tradicional austeridad de estos coches. Los paneles de las puertas y el salpicadero están cubiertos de piel vuelta de color negro y rojo. El volante deportivo, la palanca de cambios en posición alta con mando secuencial y el freno de mano hidráulico a la altura del cambio hablan por sí mismos de su auténtica vocación. Los pedales son de aluminio y están especialmente diseñados para facilitar la maniobra de “punta tacón”. La instrumentación por su parte se concreta en un pantalla LCD de 5,5 pulgadas situada detrás del volante que en distintas secuencias, indica en rojo y azul la velocidad, la marcha engranda y el régimen del motor así como la presión de gasolina, del embrague y del aceite.
Por último, dos manómetros rojos con agujas en posición central muestran la temperatura del aceite y la temperatura del agua, como un último guiño al R5 Turbo.
