A los que les van los números y las estadísticas, ya pueden ir echando cuentas de cuándo y cómo Sebastien Ogier le dará a Volkswagen Motorsport su primer título mundial. El francés, que en Grecia se retiró por un fallo de la bomba de gasolina, ha retomado la senda del triunfo en el Rally de Italia Cerdeña, séptima de las trece pruebas de un campeonato que tiene ya claramente el tono azul y blanco del Polo R WRC.
En la primera etapa de ocho tramos Ogier sólo necesito dar tres zarpazos para poder afianzar un liderato que alcanzó ya en la primera especial. Allí su compañero y el que habría sido su principal rival a la victoria –si las órdenes de equipo lo hubieran consentido–, Jari-Matti Latvala sufrió un pinchazo que le llevó a dejarse casi dos minutos. El finlandés empleó toda la jornada para intentar recuperar ese tiempo no ya frente a un Ogier que cedió apenas unos segundos, sino sobre el grupo perseguidor que poco a poco se fue compactando.
El ruso Evgeny Novikov estaba de entrada en ese grupo después del primer tramo, el más largo de ‘Monte Lerno’ (31,08 km), pero en el segundo perdió el control de su Ford Fiesta RS WRC impactando violentamente contra un muro de piedras que le hizo volcar. Mikko Hirvonen (Citroën DS3 WRC), que aquí ganó su primer rally como oficial Citroën, se ancló a la segunda plaza a partir de ese momento con unas diferencias mínimas sobre Mads Østberg (Ford Fiesta RS WRC), Dani Sordo (Citroën DS3 WRC) y Thierry Neuville (Ford Fiesta RS WRC).
El belga de M-Sport pasó al ataque a partir del cuarto tramo, después de comprobar que el Ford gastaba menos los neumáticos de lo que esperaban. Sus dos scratch consecutivos rompieron la hegemonía Volkswagen y aunque Ogier volvió a tomar la iniciativa en el sexto, en esa segunda pasada por la especial más larga Neuville ya era tercero y con Hirvonen en el punto de mira. La presión sobre el finlandés de Citroën llegó a máximos después del último tramo al darle otro bocado a su ventaja y quedándose a sólo 3,1’’ de la segunda plaza. Neuville parece estar haciendo méritos para convertirse en el piloto referencia de M-Sport, más aún cuando será él quien estrene el próximo fin de semana el Fiesta R5 en el Rally Ypres.
Sordo, cuyo mejor resultado fue un tercer scratch, fue a remolque, pero como menor de los males acabó cuarto después de que Mads Østberg emulara a Novikov y volcara su Ford en el tramo nocturno de ‘Gallura 2’, el último de esta primera etapa. El cántabro perdió fuelle en esa especial, pasando de unos asumibles 16’’ respecto a Neuville a unos difícilmente remontables 29,7’’. Aún así, con sus dos rivales dándolo todo por hacerse con la segunda posición, quien sabe si en la segunda etapa tendrá una oportunidad de volver a subir al cajón.
Jari-Matti Latvala demostró con su tercer scratch que, en condiciones normales, habría estado en cabeza. Acabó el día a 1:44 de Ogier y a 24,6’’ de un Sordo que no podrá dormirse. A continuación Andreas Mikkelsen (Volkswagen Polo R WRC), asumía sin problemas que su compañero en Volkswagen Motorsport acabara arrebatándole la quinta plaza, seguido del checo Martin Prokop (Ford Fiesta RS WRC) y el polaco Michal Kosciusko (Ford Fiesta RS WRC).
En WRC2, sensacional la cabalgada de Robert Kubica. El polaco, que en Grecia ya ganó su primer rally dentro de esta categoría, fue el límite llegando incluso a golpear la parte trasera de su Citroën DS3 RRC y se anotó seis de los ocho tramos en juego en esta primera etapa. En WR3 el francés Robert Consani es líder con otro DS3 pero R3T, tras superar en el último tramo al alemán Christian Riedemann, el que fue compañero de Yeray Lemes en su fugaz participación con Volkswagen Motorsport en el Rally de España de 2011.
