Freddy Loix ha podido tirar de las rentas obtenidas en la primera etapa para llevarse sin grandes aspavientos su octavo triunfo en el Rally Ypres, sexta cita del European Rally Championship. El belga aprovechó la lluvia del viernes y los distintos inconvenientes de sus principales rivales para irse a más de minuto y medio en la clasificación con un Skoda Fabia Súper 2000 oficial. En los 16 tramos restantes se limitó a ir administrando su renta sin importarle que los Peugeot de Craig Breen y Bryan Bouffier se repartieran los scratch durante buena parte de las dos primeras secciones del sábado.
Con el rally perdido por culpa de una rotura de la transmisión de su 207 de PH Sport, Breen necesitaba recuperar urgentemente posiciones. Su sucesión de scratch en los cuatro tramos de la primera sección lo metieron en puestos de podio y obligó a reaccionar a Bouffier que en la segunda se anotó el mejor tiempo en dos ocasiones. El francés pasó grandes apuros cuando en algún momento el motor de su Peugeot se detuvo por problemas eléctricos, pero tuvo que pasar al ataque al ver la evolución del irlandés.
Por delante, impasible, Loix seguía limitándose a controlar tanto en los tramos belgas como en las incursiones puntuales que este Rally Ypres hizo en territorio francés. Al final acabó llevándose su octavo triunfo en 16 participaciones en esta prueba con 1:21 respecto a Bryan Bouffier. Para Skoda Motorsport, junto a las victorias de Jan Kopecky en Austria, Islas Canarias y Azores, suponía la cuarta de la temporada en el ERC. No hay duda de que aunque los R5 estén llamando a la puerta y la FIA quiera allanarles la entrada, hoy por hoy el Fabia Súper 2000 sigue siendo un coche ganador en este campeonato.
En Producción, la presión a la que el local Andy Lefevere (Mitsubishi Lancer Evo X R4) sometió al líder de la prueba y de la provisional del campeonato en esa categoría, Andreas Aigner (Subaru Impreza) acabó surtiendo efecto. El austriaco primero dañó la rueda trasera izquierda de su coche al golpear un árbol y, sólo un tramo después, en el TC11 volvió a pinchar con lo que cayó a la decimotercera posición.
El último tramo, el veinte, fue un absoluto caos. Davy Vanneste, que ocupaba en esos momentos la cuarta posición, vio como su Peugeot 207 Súper 2000 se incendiaba y ardía por completo. Minutos después era el Ford Fiesta Súper 2000 del finlandés Mikko Pajunen, quien se había reenganchado la etapa anterior, el que también prendía.
A esto se le unió que Craig Breen –que seguía presionando y presionando en busca del error de un Bouffier que a base de scratch mantenía su colchón de treinta segundos– se salió y quedó atrapado en una zanja perdiendo casi con toda seguridad el podio. Pero con dos coches ardiendo en tramo la organización tuvo que cancelar esa especial de ‘Hollebeke 2’ y el irlandés salvó de milagro esa tercera posición que creía perdida.
Lefevere, que ya había alcanzado la quinta posición cuando el neozelandés Hayden Paddon (Ford Fiesta S2000) volcó en el tramo 14, estuvo a punto de encontrarse con la tercera plaza de carambola, pero finalmente se quedó cuarto tras el abandono de Davy Vanneste en ese imprevisible tramo final y llevándose la categoría de Producción. Con la candelación del TC20 el holandés Hermen Kobus (Ford Fiesta S2000) no pudo ‘pescar’ a Andy Lefevere, del que se quedó a 4,8’’.
Cerca, con un Fiesta RRC, el polaco Michal Solowow salvó la sexta posición después de una desastrosa primera etapa y la belga Melissa Debackere (Peugeot 207 S2000), ganadora en el Ladies’ Trophy del ERC remontó con este cúmulo de abandonos hasta la séptima plaza con el húngaro Andras Hadik (Subaru Impreza) segundo en Producción. En 2WD Timo Van der Marel no falló y se adjudicó el triunfo con su Ford Fiesta R2 al superar al local Xavier Baugnet (Peugeot 208 R2).
