Al margen de que sus opciones a la victoria absoluta en coches esté fuera ya de su alcance, Carlos Sainz se planteó una segunda parte del Dakar al ataque con su buggie y así ha empezado. Hoy, en la séptima etapa con principio y fin en la localidad argentina de Salta, una de las más largas de esta edición del raid sudamericano, el madrileño de Red Bull se ha impuesto su SMG al batallón de MINI con Nasser-Al Attiyah a la cabeza.
“Hoy ha sido una etapa tranquila y larga, nos hemos encontrado de todo, zonas rápidas otras más técnicas, pero no hemos sufrido ningún problema lo que nos ha permitido ir rápidos. Estoy contento de haber podido ganar mi segunda etapa en este Dakar, tenemos que seguir así, rápidos e intentar estar siempre lo más arriba posible”, ha explicado el piloto de Red Bull.
Igual que Marc Coma en motos, Nani Roma, líder de la categoría de coches, no ha arriesgado y ha terminado cuarto cediendo casi nueve minutos respecto a un Sainz que sigue una hora y 50 minutos del de Folgueroles, de momento candidato número uno al triunfo. Y es que el marcaje al siempre peligroso Stéphane Peterhansel –que hoy ha sido tercero– ha dado sus frutos y sólo ha perdido minuto y medio, con lo que en la general lo mantiene a más de media hora, a 31:53.
Nasser Al-Attiyah ha sido el mejor de los pilotos de X-Raid desde la segunda plaza tras su ex compañero Carlos Sainz a 4:45, pero continúa quinto en la general detrás de Giniel de Villiers (Toyota) y Orlando Terranova (MINI), hoy octavo y noveno de la etapa respectivamente.
Con las motos y los quads transitando por territorio boliviano, coches y camiones dejarán por fin atrás Argentina para llegar a Chile atravesando la Cordillera de los Andes. Desde Salta a Calama la octava etapa desafiará a los equipos con 300 kilómetros de especial en pistas rápidas. Posiblemente una etapa de transición antes de que el Dakar dé un último apretón de clavijas a medida que se dirige hacia Valparaíso.