Tres a dos. Evelio ha nivelado un poco más el parcial de victorias que tras las tres consecutivas de Víctor en el Rally Senderos de La Palma, la Subida a Barlovento y el Rally Cielo de La Palma había disparado al tinerfeño hasta el liderato del insular de asfalto con cuatro puntos de ventaja respecto al piloto local. Su reacción tenía que llegar ahora o nunca porque con sólo tres pruebas en el horizonte, un nuevo golpe de Delgado podía ladear para siempre el campeonato.
Evelio buscaba un punto de inflexión. Un advertencia. Un mensaje: “no se olviden de mí”. Desde el desembarco de Delgado y su Evo IX de Grupo N parecía que las opciones del palmero pasaban por aprovechar algún despiste o algún problema, pero lo cierto es que todas sus últimas actuaciones habían estado alteradas en cierta medida por algún problema en su Mitsubishi. Pero Briesta era un buen sitio para iniciar su asalto al título. Un recorrido con pedigrí, técnico sin dejar de ser rápido y que la inmensa mayoría de pilotos foráneos sólo conocían en versión descendente. Una rampa por encima de la media del regional y en la que tanto Evelio como Víctor demostraron una vez más que están un escaloncito por encima del resto. Por lo menos, cuando el Campeonato de Canarias de Montaña pisa La Palma.
Herido en su orgullo como organizador tras la pérdida del Rally San Miguel de La Palma, la Escudería Valle de Aridane intentó bordar esta segunda edición de la Subida a Briesta, una prueba que se disputó por primera y única vez en 1992 y que ahora ha vuelto como recambio de El Pilar. La primera sesión de entrenamientos, la de los libres, rompió el esquema habitual de tres pasadas y sirvió para que los pilotos fueran haciendo manos. Aquí, Rodríguez marcó ya el paso pero con Delgado muy relajado a más de cinco segundos y tras ellos, también expectante, Víctor Concepción.
La manga de entrenamientos, la segunda y última, dio alguna pista más sobre el verdadero estado de forma de los principales favoritos de turismos. Evelio volvía a ser el más rápido pero esta vez con Concepción y Delgado a segundo y medio y casi tres respectivamente. Ese pulso entre los dos Víctor y los dos Evo IX de grupo N, abría una nueva y sorprendente línea argumental en esta Subida a Briesta, aunque se tenía que confirmar en las dos mangas oficiales, ya que cabía la posibilidad de que cualquiera de los tres estuviera escondiendo mucho más de lo que habían mostrado hasta entonces.
La primera manga dejó definitivamente las cartas sobre la mesa, tanto que las primeras posiciones no se movieron en la final. Evelio Rodríguez rebajaba con mucho margen la barrera de los cinco minutos dejando el crono en 4:57.779, un tiempo inalcanzable para el resto de los Mitsubishi Lancer Evo. Ninguno, ni Delgado ni Concepción pudieron bajar de esos cinco minutos; el tinerfeño se hizo con un 5:01.313 y el palmero, con un 5:03.473 que mostraban a las claras que su lenta evolución desde los libres no era ningún farol. Briesta se las traía.
Tras sus problemas mecánicos del Rally Cielo de La Palma, el joven Edgar Morales volvía a apuntar alto, aunque a dos segundos de ese podio provisional que ocupaba el pequeño de los Concepción. Sí pudo doblegar en esa primera oficial a José Francisco Acosta, abonado ya a los primeros puestos con el Porsche 911 997 GT3, un coche complicado para un trazado como el de Briesta. Y más que se lo puso un grancanario que ha echado raíces en La Palma este verano. Iván Armas apuró su larga estancia en la Isla Bonita para plantarle cara al Porsche desde la sexta plaza absoluta de turismos.
La segunda manga dejó las cosas intactas en esas primeras posiciones. Evelio Rodríguez, fiel a lo que ya empieza a ser una tradición, no pudo tener un final de carrera tranquilo y empeoró cinco segundos su mejor crono. Cuando llegó a meta y vio que Víctor Delgado no había podido superar su tiempo de la primera pasada respiró aliviado… Tras ir puliendo su pilotaje en los tres anteriores intentos, el tinerfeño salió con todo, dispuesto a sumar la cuarta victoria consecutiva. Su crono no fue en absoluto malo, pero su 4:59.018 lo dejaba a 1,2 segundos de la inspiradísima primera manga de Evelio Rodríguez, quien por fin repetía victoria tras El Time, la cita inaugural del insular de La Palma. Además, añadía su nombre al de una referencia del automovilismo local, Medardo Pérez, ganador de la primera edición de 1992 con un Lancia 037 Rally.
Nadie más pudo bajar de la barrera de los cinco minutos. Ni siquiera el menor de los hermanos Concepción. Su progresión en tiempo no fue en paralelo a la de Delgado, de manera que aunque en entrenamientos se postuló como aspirante a la segunda posición, ya no pudo volver a echarle el lazo al tinerfeño, que quedó a más de tres segundos de él. En progresión inversa, Edgar Morales volvió a rendir al mismo nivel de Barlovento y aunque se le escapó el podio, se quedó a un segundo escaso de Concepción.
La evolución de José Francisco Acosta con el Porsche volvió a ser una vez más muy positiva, y por el bien del espectáculo, siempre en el mismo segundo con Iván Armas, muy serio en ambas mangas oficiales. Sólo nueve décimas los acabaron separando, aunque en el caso del grancanario –sexto absoluto- con la satisfacción de llevarse el Grupo TA por delante de su archirival en este periplo palmero que ha protagonizado desde finales de julio, Carlos Acosta, octavo absoluto en turismos con un Volkswagen Golf GTI.
Si bien las seis primeras posiciones quedaron en una horquilla de alrededor de siete segundos, la diferencia se multiplicaba por dos al llegar a la séptima plaza de Samuel Rodríguez (Mitsubishi Lancer Evo VI). Tras él, Acosta, Daniel Suárez –tercer clasificado en un competitivo Grupo N con su Honda Civic Type R) y décimo, el Renault Clio V6 de Pedro Concepción.
En barquetas, el vencedor de esta décima cita del Campeonato de Canarias de Montaña fue para Samuel Castro (BRC 02), muy superior al Speed Car GT de Daniel Pérez, segundo clasificado.