Recordando un artículo referido a uno de los galanes ‘jóvenes’ del cine norteamericano, con una extensa carrera a sus espaldas y recientemente galardonado con un Oscar, me viene una frase a la memoria que bien podría servir para iniciar nuestra primera toma de contacto con el nuevo Polo, “da igual el número de premios que reciba, lo importante, es recibir el respeto que se merece”.
Los halagos generalizados que han acompañado al lanzamiento a esta nueva generación no son gratuitos. El mérito está en haber marcado el progreso de la categoría durante casi 40 años y descubrir que aún sigue sorprendiendo, mostrándose igual de actual y más avanzado que nunca.
Para ello, Volkswagen se ha concentrado en lo esencial a la hora de renovar uno de su modelos fetiche para lo que ha seguido una estrategia paralela a la empleada con el Golf VII, es decir, poniendo el acento en la eficacia al tiempo que se le da un mayor protagonismo al equipamiento, tanto en materia de confort como en su vertiente de entretenimiento y seguridad.
Ese guiño a su hermano mayor también se ve reflejado en su aspecto. La marca afirma que se han perfeccionado algunos detalles de su diseño, matices que aportan una inyección de carisma a un coche inconfundible. Se aprecia, en efecto, un acabado distinto en los grupos ópticos traseros y también en los bajos del frontal. También una paleta 
de colores ampliada y la nueva colección de llantas le dan ese plus de modernidad que tanto encaja con un público joven.
El Golf de séptima generación también marca el rumbo en cuanto a su interior. En el Polo de 2014 se aplican el nuevo volante de tres radios, la nueva consola central y también un salpicadero que tiene el mismo aire de calidad y durabilidad que en el modelo compacto. Todo esto, en suma, da como resultado un coche con mejoras ergonómicas y una estética interior que lo sitúa en un escalafón superior.
El Polo más tecnológico
Volkswagen tampoco ha tenido ningún reparo en llevar parte de la herencia del Golf en el plano tecnológico al nuevo Polo. El acceso a la segunda generación del Sistema Modular de Infoentretenimiento (o MIB) pone a disposición de este modelo funciones como el Bluetooth Audio Streaming, la posibilidad de hacer zoom sobre los mapas del navegador con los dedos, la conexión del teléfono móvil a la antena exterior o el MirrorLink, la 
plataforma que ha creado Volkswagen para que desde la pantalla táctil interior se puedan emplear aplicaciones especiales del Smartphone.
Del mismo modo, se ahonda en los asistentes a la conducción, sobre todo aquellos que se decantan por la seguridad. Es el caso del sistema del control del entorno ‘Front Assist’ con asistente de frenada de emergencia automática en ciudad, el de regulación automática de la distancia ACC, el detector de fatiga o la cámara de visión trasera.
Tampoco se descuidan aquellos aspectos que tienen que ver con su comportamiento, apartado donde la nueva dirección con asistencia electromecánica y la posibilidad de escoger un nuevo chasis ‘Sport Select’ representan un salto evolutivo en la historia del Polo. Este opcional permitirá al utilitario alemán acceder a unos amortiguadores de ajuste electrónico capaces de proporcionar un mayor dinamismo en curva cuando así se requiera.
En Canarias, el nuevo Polo estará disponible en tres líneas de acabado; Trendline, Confortline y Highline, con un precio que arranca desde los 8.990 euros, 
campaña de financiación y Plan PIVE incluidos, precio referido al modelo 1.0 75 CV Trendline (*).
El Polo más ahorrador
Y ya que hablamos de mecánicas, también Volkswagen está empeñada en demostrar su capacidad para proporcionar motores cada vez más eficientes. En gasolina se propondrá el 1.0 MPI de 60 y 75 CV y el 1.2 TSI de 90 y 110 CV, todos motores súper compactos y hasta un 21 más ahorradores. En diesel la oferta se basará en el 1.4 TDI sobre tres niveles de potencia: 75, 90 y 105 CV. El primero de ellos será en la versión BlueMotion el más ahorrativo de todos con un consumo de hasta 3,2 litros/100 km y unas emisiones de solo 82 gramos de CO2 por kilómetro.
Pero habrá más, ya que además de un clásico como el Polo GTI que pasará de los 180 a los 192 CV, también habrá un Polo BlueGT con motor TSI de 150 CV y el sistema de Gestión Activa de Cilindros. ¿Se puede pedir más…?
