Robert Kubica y su Ford Fiesta RS WRC protagonizan el cartel oficial del Rally de Polonia y, efectivamente, él y su copiloto Maciej Szczepaniak son las grandes estrellas de esta séptima cita del Mundial de Rallies para los aficionados locales. Y a pesar de su relativamente corta experiencia en esta disciplina y de que su trayectoria con el World Rally Car está siendo más tortuosa de lo que se esperaba, muchos ven en él uno de los favoritos al triunfo.
Quizá sea mucho decir para un piloto que ha necesitado muchos kilómetros y muchos golpes hasta poder acabar entero un rally del mundial con un WRC. Pero ese algo que lo ha venido diferenciando del resto, esos destellos de calidad que el pasado año lo acabaron convirtiendo en campeón de WRC2, podrían reaparecer en cualquier momento y su país parece un buen lugar para que ocurra.
En Italia ya fue el mejor en el shakedown y aunque posteriormente en carrera tuvo que abandonar cuando era quinto, se reenganchó y finalizó octavo. Difícil por tanto que, aunque sea con el apoyo de los miles y miles de aficionados locales que se espera que se den cita en los tramos, pueda plantarse de un plumazo en los tiempos de los mejores de manera regular. Ya que aunque es una carrera relativamente desconocida para la mayoría, tampoco el expiloto de F1 tiene una amplia experiencia en los tramos que se van a disputar.
“Competir en mi país será algo muy especial, pero por otro lado y aunque suene extraño, va a ser un rally completamente nuevo para mí. Participé en el Rally de Polonia del año pasado, pero en la edición de este año no más de cien metros serán iguales y mi planteamiento será el mismo que en las demás pruebas que son nuevas”, afirma el de Lotos, cuyo coche lleva una decoración especial con los colores rojo y blanco de la bandera polaca.
Al ser uno de los eventos deportivos más destacados del año en este país, Kubica espera un apoyo masivo de aficionados, pero insiste en que sus objetivos son modestos. “Sólo quiero hacer un buen rally y terminar bien sin cometer errores. Sé que si alcanzo el final y estoy satisfecho con mi conducción, entonces será un buen rally. Es lo más importante para mí y es lo que estoy buscando. No prestaré demasiada atención al resultado. Lo más importante es aprender y disfrutar”, subraya.
Dicho esto parece que las mayores opciones de victoria de M-Sport pasan por la figura de Mikko Hirvonen, precisamente el último ganador del Rally de Polonia dentro del mundial. Entonces, en 2009, venció con un Focus RS WRC. “Sabemos bien qué nos espera en cuanto a condiciones, pero los tramos serán completamente nuevos en sí mismos”, explica el finlandés que tuvo que retirarse en Cerdeña al calcinarse su coche en un enlace.
Quizá por su dilatada ya trayectoria en el Mundial de Rallies, Hirvonen asegura que “históricamente” siempre se ha sentido “bastante cómodo en nuevas pruebas”, por ello espera estar en la lucha por las primeras posiciones. “Jarmo y yo haremos nuevas notas para la mayoría de los tramos, pero eso no me preocupa realmente ya que siempre hemos confiado en nuestra habilidad para hacerlo”.
