Para Ducati era demasiado fácil desempolvar la denominación de un antiguo modelo de los años setenta del pasado siglo y estamparlo en una nueva moto. Demasiado simple. El regreso de la Scrambler exigía algo más, una chispa de inspiración en sus diseñadores e ingenieros que los dirigiera a crear un modelo potencialmente icónico. Por ello la consigna fue huir de la ‘moto retro’ sin más y generar una reinterpretación de cómo sería la Scrambler si esta nunca hubiera dejado de estar presente en su catálogo a lo largo de las últimas cuatro décadas.
El resultado es una moto básica en su concepto pero repleta de detalles de esos que le dan el marchamo ‘made in Borgo Panigale’. Básica porque son una serie de elementos los que llevan el peso de su personalidad, pero sofisticada porque hasta el último rincón de esta máquina tiene pinceladas de tecnología y diseño. El depósito en forma de lágrima, el asiento alargado, el manillar ancho y el faro redondo se llevan buena parte del mérito de que la nueva Scrambler sea diferente a cualquier otra Ducati y también al resto de sus competidoras.
Como en todo en esta moto, hay que poner atención en sus distintos componentes para apreciar esa sofisticación. El faro delantero, por ejemplo, cuenta con un anillo LED que lo hace inconfundible desde lejos y que, a la vez, se inspira en el modelo original. En aquella época los que empleaban sus motos para trayectos ‘fuera de pista’ solían proteger el contorno de los faros con cinta americana y al reflejar el sol creaba un efecto parecido.
También redonda, la instrumentación se sitúa ligeramente a la derecha y es totalmente digital, pero de nuevo con ciertos tintes retro. La escala de revoluciones imita los viejos tacómetros, aunque el toque de sofisticación surge al acelerar, ya que a medida que se suben las revoluciones se resaltan los valores que en él se proyectan.
Ahora que está tan en boga la personalización de los vehículos –especialmente los más pequeños cuando se trata de coches y las de más carácter en el caso de las motos–, en Ducati llevan tanto tiempo manejándose en este terreno que con la Scrambler van aún más lejos. Empezando por la creación de una serie de versiones, cada una con su idiosincrasia que en la marca dicen que es un ejemplo de “creatividad y libre expresión”, pero que también están hechas a medida de distintos perfiles de motards.
Cuatro estilos, cuatro Scrambler
La base de la Scrambler es la versión ‘Icon’ con su color amarillo y rojo y un estilo para todos los públicos. La Urban Enduro bucea más en profundidad en ese concepto que evoca el propio nombre de esta Ducati (cruce entre una moto de carretera retro y una de enduro) con detalles muy off-road en la rejilla protectora del faro, el manillar tipo cross, las llantas de radios, el guardabarros alto y su color verde.
La variante ‘Full Throttle’ se inspira en cambio en el mundo de las carreras, concretamente en las de los circuitos ovales americanos (flat tracks), de ahí el depósito negro con inserciones en amarillo a juego con el colín y los escapes deporticos de cola corta. Los amantes de las motos retro más puras se sentirán más atraídos por la versión ‘Classic’, salpicada por detalles cromados en guardabarros, portaplacas y llantas. El asiento es marrón con guateado en forma de rombo.
Moto y piloto, a juego
Dice Ducati que estas cuatro líneas son sólo el umbral de entrada a un mundo de customización que permite hacer de cada Scrambler una moto única a través de lo que llaman ‘ingredientes’. Tapas de depósito, guardabarros, porta placas, bolsas de equipaje, escapes, protectores para el faro, embellecedores del cuadro, puños, retrovisores, llantas, asientos y manillar pueden escogerse dentro de este menú de Ducati Performance.
A todo ello hay que sumarle otro ámbito de personalización, casi de uniformidad, la colección Ducati Scrambler Apparel que incluye multitud de objetos y prendas, tanto casual como técnicas, para ir a juego con esta moto y con lo que representa.
El motor es el bicilíndrico en L de 803 cc refrigerado por aire y aceite que derivado del de la Monster 796 y rediseñado –principalmente su árbol de levas– para ofrecer una suave aceleración en toda la banda de revoluciones. También aquí el diseño tiene algo que decir y por ello luce tapas de embrague, alternador y tapas de distribución hechos en aluminio, mismo material del escape ‘dos en uno’ también hecho especialmente para esta moto.
Ducati, marca propiedad de Audi, ha empleado una campaña de comunicación completamente nueva, presentando inicialmente el modelo a sus empleados –los que consideran “el corazón de la compañía”– y más tarde a los incondicionales de la marca en la World Ducati Week que se celebró en el Circuito Marco Simoncelli de Misano. Más tarde se mostró al mundo en Internet, primero con una serie de videos y más tarde con las primeras imágenes aprovechando como herramienta distintas redes sociales.
Para ver en detalle y en movimiento la nueva Ducati Scrambler, no te pierdas el video de nuestro canal de YouTube.
