Pocos coches pueden presumir de haber removido los cimientos de la nobleza automovilística como el CLS de Mercedes-Benz. En sus cuatro puertas se encerraba el confort y la elegancia de una berlina de representación pero con un perfil cupé descarado y orgulloso. Con más de 170.000 unidades vendidas, su segunda generación se regocija en ese eclecticismo tan fantástico reincidiendo además en otras dos estrofas del primer CLS, la tecnología y el dinamismo. Pisará asfalto canario hacia el segundo trimestre de 2011, aunque las primeras unidades destinadas al mercado europeo llegarán en enero.
El nuevo CLS respeta la tradición de su predecesor, pero con una presencia totalmente nueva. Su frontal aumenta el protagonismo del capó largo y deportivo y lo hace con rasgos cuyo origen se puede encontrar en el impactante SLS AMG. La parrilla deja de estar integrada en el capó y, como otros cupés del fabricante alemán, está tutelada por una gran estrella. Y es que el CLS es un coche para presumir de marca. La interacción de líneas y superficies refuerza el efecto atlético y dinámico del cuerpo de la carrocería. La arista superior que nace por encima del guardabarros se prolonga y desciende hacia la zaga. Los diseñadores denominan "dropping" a esta línea, una de las novedades de su diseño y, al mismo tiempo, una reinterpretación y un homenaje a la gran variedad de formas de los automóviles deportivos histéricos de Mercedes-Benz.
Por dentro, el CLS, como buen coche de gama alta, se caracteriza por un diseño intemporal que aúna elegancia sencilla con detalles innovadores y perfección artesanal. La pantalla central está integrada de forma armónica en la parte superior del tablero de instrumentos y, al mismo tiempo, la línea lateral descendente en las puertas reproduce la dinámica "dropping line" del exterior. El arquetipo de diseño CLS define un nuevo estándar en el habitáculo con la gran variedad de opciones de personalización. Se puede elegir entre cinco colores para el interior, cinco ejecuciones de las molduras y tres tipos de cuero. El cliente puede elegir entre tres exclusivos tipos de madera noble: raíz de nogal marrón brillante, fresno negro brillante y álamo marrón claro satinado. Las molduras en lacado brillante o fibra de carbono AMG están reservadas para conductores que quieran potenciar el aire técnico y deportivo del CLS.
Herencia de la Clase E
En el nuevo CLS, la construcción ligera inteligente contribuye decisivamente a resolver el eterno dilema entre bajo peso y elevada resistencia. Por ello, el CLS es el primer vehiculo Mercedes-Benz con puertas sin marco ejecutadas íntegramente en aluminio, unos 24 kg más ligeras que las de acero convencionales. El aluminio es también el material empleado para el capó, los pasos de rueda delanteros, la tapa del maletero, la repisa trasera, diversos perfiles portantes y algunos componentes esenciales del tren de rodaje y de los motores. También la aerodinámica contribuye de forma importante a la eficiencia del nuevo CLS de Mercedes-Benz. Aunque el nuevo modelo presenta mayor anchura y, por tanto, mayor superficie frontal que su antecesor, se ha logrado reducir hasta un 10% la resistencia aerodinámica.
El CLS es dinamismo, pero también confort en largos recorridos. En este sentido y para conseguirlo, su tren de rodaje emplea la base de la nueva y celebrada Clase E, aunque con una armonización distinta y un nuevo componente central. Pero quizá el aspecto que influye en mayor medida en la sensación de conducción sea la servodirección electromecánica, una primicia que estrena el CLS y que permite a los ingenieros configurar y programar con libertad los parámetros que influyen sobre la sensación de manejo del volante en un vehículo. Además, tiene otra ventaja práctica, que al consumir energía sólo cuando se gira el volante, esta dirección permite un ahorro de hasta 0,3 litros de combustible cada 100 km y hasta 7 gramos de CO2 por kilómetro.
Pero el punto en el que el Mercedes Benz CLS de 2011 brilla como ningún otro coche es en su frontal y, en concreto, en sus grupos ópticos LED High Performance. Esta opción de equipamiento convierte al cupé alemán en el primer coche del 
mundo con todas las funciones de alumbrado dependientes de diodos luminosos, un sistema que además de agradable impresión cromática –y mucho más importante- ofrece múltiples ventajas en términos de durabilidad y eficiencia energética. Los faros se componen de un total de 71 diodos y los ingenieros de la marca han podido combinarlo con las luces de carretera automáticas, un dispositivo que incrementa notablemente el nivel de seguridad en conducción nocturna. Por si fuera poco, con estos proyectores delanteros, el CLS tiene una imagen inconfundible tanto de día –con las luces diurnas- como de noche, puesto que los leds de posición y los de cruce quedan encendidos al mismo tiempo cuando se esconde el sol.
Nuevos sistemas de asistencia
Sus faros son sólo la punta del iceberg de los más de una docena de sistemas de asistencia a la conducción integrados en el CLS y que contribuyen a prevenir accidentes o a reducir al menos su gravedad. Esta segunda generación incorpora dos novedades: el control activo de ángulo muerto y el detector activo de cambio de carril.
El control activo de ángulo muerto avisa al conductor si los sensores de radar de corto alcance detectan peligro de colisión cuando el vehiculo se dispone a cambiar de carril. Si el conductor ignora las advertencias del sistema y se acerca peligrosamente a otro vehiculo en el carril contiguo, el control activo de ángulo muerto interviene para corregir el rumbo. El programa electrónico de estabilidad ESP frena las ruedas del lado opuesto del vehículo, originando un movimiento de guiada en torno al eje vertical.
Otro equipo interconectado por primera vez con el ESP es el detector activo de cambio de carril. Este sistema entra en acción cuando el vehiculo sobrepasa de manera involuntaria una línea continua delimitadora del carril. En ese caso, el ESP frena brevemente las ruedas del lado opuesto, evitando que el vehiculo se desvíe de su trayectoria. Al mismo tiempo se enciende un testigo en el cuadro de instrumentos que advierte al conductor de esta intervención. Si se sobrepasa una línea dis
continua, un motor eléctrico instalado en el volante emite unas breves vibraciones para instar al conductor, de forma discreta pero efectiva, a maniobrar en sentido contrario. Antes de iniciar la intervención de los frenos se advierte además al conductor mediante una ligera vibración del volante.
Eficiencia al más alto nivel
La eficiencia es el denominador común de los cuatro motores que se estrenan en el CLS. Según el fabricante alemán, en todas las mecánicas se ha aumentado la potencia y el par máximo con respecto a su homólogo anterior, mientras que el consumo de combustible experimenta un drástico descenso de hasta un 25%. Para el lanzamiento al mercado europeo, en enero de 2011-aunque a Canarias su llegada podría retrasarse hasta marzo- estarán disponibles dos modelos de seis cilindros: el CLS 350 CDI BlueEFFICIENCY con 265 CV y el CLS 350 BlueEFFICIENCY con 306 CV y función de parada y arranque ECO de serie. Dos meses después se sumara a la gama el CLS 250 CDI BlueEFFICIENCY con 204 CV y un consumo de solo 5,1 litros de combustible diésel a los 100 km en el ciclo normalizado europeo. En abril la oferta seguirá creciendo con el CLS 500 BlueEFFICIENCY con motor V8 y 408 CV. Estas dos últimas variantes incorporan de serie la función de parada y arranque ECO.
