Haciendo un símil futbolístico podríamos decir que Carlos Sainz y Lucas Cruz han marcado un gol psicológico a sus rivales al hacerlo justo antes del descanso. Mañana los equipos tienen por delante una jornada para recuperar fuerzas en el viouvac de Salta y los Sébastien Loeb y Stéphane Peterhansel tendrán más presente que nunca la amenaza de ‘El Matador’ en lo que queda de Dakar.
Sainz y Cruz se han hecho con la victoria de etapa, la primera en lo que llevamos de carrera, en una séptima jornada entre Uyuni y Salta marcada por las lluvias. Vigésimo octava muesca en el cinturón para el madrileño en su historial dakariano. Una razón más para creer que el triunfo absoluto es posible ahora que los Peugeot se han quedado más solos que nunca.
“Estoy muy contento de haber ganado con el Peugeot mi primera etapa en el Dakar, ya habíamos tenido la victoria muy cerca en varias etapas. No ha habido ningún error y todo ha funcionado perfectamente. Mañana por fin la jornada de descanso, que será muy importante revisarlo todo y poder descansar”, ha dicho Sainz, tercero de la provisional a 4:50 de su compañero de equipo.
Después de ser segundo hasta en cuatro ocasiones, esta vez el español sí pudo rematar su habitual ritmo de menos a más superando en la meta por sólo 38 segundos a un Sébastien Loeb que vuelve a ser líder de la carrera. Ya no hay peros que valgan a la soberbia actuación del francés y su copiloto Daniel Elena, que empezarán este lunes la segunda y definitiva semana de carrera con una ventaja en la provisional sobre Peterhansel –que ‘sólo’ ha podido ser cuarto– de dos minutos y 22 segundos.
Nasser Al-Attiyah (MINI) se ha colado en los dominios de Peugeot al ser tercero en esta etapa, aunque ya está a 17:36 del líder. Otro ex del Mundial de Rallies, Mikko Hirvonen (MINI) también está cuajando una gran actuación al marchar quinto por delante de la legión Toyota comandada por Giniel de Villiers.
Foto: Red Bull