Benjamín Avella ha acabado recalando esta temporada en un Porsche 997 Gt3 Cup Rally en busca de la fiabilidad. Harto de abandonos por problemas de todo tipo, en las últimas tres temporadas ha conducido siete coches diferentes pero con resultados que, en absoluto, colmaban las expectativas de alguien de su experiencia.
No le ha importado tener que asumir el reto de domar un vehículo que suele requerir una considerable inversión en tiempo hasta poder dar con la tecla. Y la apuesta no le ha salido nada mal, ya que en Santa Brígida consiguió su primera victoria absoluta y, además, se erige en líder del provincial. Un bagaje inmejorable y sorprendente, más aún cuando las sensaciones con el coche no fueron las mejores prácticamente hasta el final.
“No había sufrido tanto en mi vida”, recordaba el piloto de Avella Rally Team al término de su segunda prueba con el GT. “No encontraba el punto exacto en las suspensiones, pero a pesar de no encontrar el equilibrio no decíamos mucha distancia”. Ello le permitió acceder a la primera posición cuando en el TC4 Ángel Marrero y Víctor Marrero pinchaban y perdían tres minutos. Antes, en el TC3, ya se había hecho con el primer scratch de su cuenta...
Por esas sensaciones, el liderato de Avella estaba en ese momento sujeto con hilos. Prueba de ello es que en la penúltima especial Domingo Ramos lo dejó ‘temblando’ tras un autoritario scratch. Pero entonces Benjamín y su copiloto, Agustín Alemán, hicieron un cambio casi a la desesperada que acabó siendo definitivo para hacerse con la victoria. “En el último tramo tocamos cuatro detalles en la suspensión y el cambio fue brutal”, tanto que se materializó en una importante rebaja de su tiempo de la anterior pasada para atar ese inesperado triunfo.
“Acabamos muy contentos. Por un lado por la victoria, ya que es una sensación muy especial pero, casi a un mismo nivel, por la satisfacción final con el balance del coche”, valoró el piloto del Avella Rally Team, equipo que tiene previsto abarcar tanto el autonómico como el provincial de Las Palmas siempre que los números y los resultados cuadren.
