BMW C Evolution, domina la ciudad

Los más optimistas auguraban mayor agilidad en la transición entre los vehículos propulsados por combustibles fósiles y la progresiva implantación de los movidos por energías alternativas pero aún se resisten a ser tendencia. Los grandes avances conseguidos en este campo no han obtenido la respuesta esperada sin embargo los fabricantes no se desaniman y continúan trabajando para responder a los desafíos que presenta la movilidad, principalmente en los núcleos urbanos.

Los problemas de tráfico, el aumento continuo del coste de los carburantes y la contribución de las administraciones municipales a establecer un marco cada vez más favorable en beneficio de la colectividad son algunas de las razones que deberían ayudar a ese cambio de mentalidad.

BMW si sitúa como una referencia no sólo por su aportación a través de una gama específica de vehículos eléctricos e híbridos - BMW i - sino que amplía su responsabilidad como marca a su división de motocicletas con ejemplos como el modelo C Evolution.

Heredero de muchas de las cualidades que desarrollan los maxi-scooter de BMW, la nueva versión para 2017 ofrece prestaciones equiparables a las de sus congéneres con una potencia de 26 CV, once caballos más que su predecesora. La velocidad máxima está limitada electrónicamente 129 km/h, apropiada incluso para circular por autopista ofreciendo, como es habitual en este tipo de propulsores, una réplica inmediata a cualquier estímulo que venga del acelerador.

Otra de las ventajas es su autonomía que ahora alcanza los 160 kilómetros a partir de una nueva batería de 94 Ah -la anterior era de 60 Ah-, suficiente para ofrecer una opción más que válida a las necesidades de movilidad en las zonas urbanas. El motor eléctrico se encuentra detrás de la carcasa de la batería, formando parte del basculante. La transmisión secundaria desde el motor eléctrico hacia el disco con piñón de accionamiento está a cargo de una correa dentada. El motor eléctrico y la electrónica funcional tienen un sistema de refrigeración por agua.

La referida carcasa que alberga la batería está desarrollada de tal manera que optimiza su adecuada refrigeración a través de flujos de aire que además permiten disipar el calor proveniente de esta. El tiempo de recarga total es de aproximadamente 4 horas conectada a una toma de corriente doméstica rebajando ostensiblemente este periodo si se utiliza cargadores de mayor amperaje.

El maxi-scooter eléctrico cuenta además con un sistema inteligente de recuperación de energía. Al girar el puño del acelerador a la posición cero el sistema inicia el proceso así como en las fases de frenada convirtiendo la energía cinética en energía eléctrica que se aprovecha para cargar la batería. Otra de las funciones adicionales es una marcha auxiliar para facilitar la maniobra de marcha atrás.

El usuario, en cualquier caso, está perfectamente informado de en qué situación se encuentra en cada momento. Una pantalla tipo TFT a color notifica del estado del vehículo, incluyendo el indispensable velócimetro así como datos sobre el de la carga de la batería y el balance energético entre otros indicadores referidos al modo de conducción activado.

Gestiona tu scooter según necesidades

Sí porque el C Evolution no es sólo acelerar y frenar sino que además permite escoger entre cuatro modos de conducción para sacarle el máximo partido en cada ocasión. La primera opción se denomina 'Road' configurándose para disponer de la máxima capacidad de respuesta, del cincuenta por ciento de la capacidad de recuperación al decelerar y del cien por cien de recuperación de energía al frenar.

Si por el contrario necesitas máxima autonomía la recomendación es el modo 'Eco Pro'. La potencia del sistema se limita hasta los 15 CV con lo que se reduce de forma importante el consumo de energía. A su vez, la capacidad de recuperación es máxima en cualquiera de los supuestos -desde el freno o mediante deceleración-.

Resulta llamativo que BMW haya adoptado para su scooter eléctrico una solución proveniente del mundo de la cuatro ruedas. Nos referimos a lo que coloquialmente se denomina navegación a vela. Consecuentemente la denominación no deja lugar a dudas, 'Sail' donde todos los sistemas parecen desconectarse quedando el scooter a merced de su propia inercia. Es obvio por tanto que no se recupere energía durante la fase de deceleración ni que haya efecto alguno de frenado cuando el conductor deja de acelerar.

Por último y haciendo honor a las siglas que lo representan se completa el sistema con un modo 'Dynamic' para disponer de la máxima capacidad de aceleración y, a la vez, de una gran capacidad de recuperación.