Ya advertimos que en Córcega Sébastien Ogier necesitaba de una verdadera debacle entre sus muchos rivales por el título para poder sentenciar su cuarto campeonato en Córcega. Pero tras su cuarta victoria del año y la número 36 en su carrera deportiva, el francés ha eliminado a casi todos los aspirantes en esa carrera por el título y ya sólo quedan dos: Andreas Mikkelsen y Thierry Neuville.
A 68 y 83 puntos respectivamente, el noruego y el belga son los únicos a los que las matemáticas les dan alguna esperanza de poder dar caza a Ogier, que en España sí va a tener una clarísima ocasión de coronarse campeón. Necesita, en el peor de los casos, ser tercero y sumar un punto extra en el Power Stage.
“No podría estar más feliz, las posibilidades de poder celebrar el título aquí eran muy teóricas, pero ahora tenemos una posibilidad real de conseguirlo en España. Estamos muy cerca de lograr nuestra cuarta estrella. Es fantástico y, naturalmente, nos centraremos en ello. Queremos aprovechar el impulso de Córcega. Pero no correré especulando, quiero luchar por la victoria allí”, declaró Ogier al término de esta prueba de casa para él y que nunca antes había vencido.
El pasado Tour de Corse ha sido un nuevo capítulo, otro más, del dominio que Volkswagen está ejerciendo desde que en 2013 llegó al FIA World Rally Championship. Son ya 40 las victorias de sus Polo R WRC en 49 participaciones y, con ello, este coche es el cuarto que consigue entrar en el exclusivo club de los que han logrado cuarenta o más triunfos en el campeonato junto con el Lancia Delta (46), Subaru Impreza (46) y Ford Focus (44).
Además, en el Tour de Corse también lograron romper la barrera de los 600 scratch en 894 especiales cronometradas desde el Rally de Montecarlo de 2013. Si la marca alemana suma veinte puntos más que Hyundai en el RallyRACC obtendrá también su cuarto título mundial de constructores consecutivo.
