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ASX: el SUV, según Mitsubishi

  • El ASX se circunscribe dentro de la nueva hornada de SUV compactos
  • Estrena un nuevo motor diesel de 150 CV con distribución variable
  • Toda la gama montará de serie la tecnología ClearTec de Mitsubishi

En Mitsubishi han tenido una visión. Los nuevos todocamino que van a pegar fuerte en el mercado van a ser más compactos, mejor equipados, con un diseño más pulido y con una dotación tecnológica de serie enfocada no sólo a la seguridad o el confort, también a la obtención de unos niveles de consumos y emisiones muy restringidos. Esa visión la han llamado ASX y ya está en Canarias con un precio de partida de 24.015 euros para la versión 4x2.

En realidad, su enorme experiencia en vehículos de estas características y la propia disponibilidad en su gama de una paleta de modelos bastante variada ha permitido a Mitsubishi a hilar más fino con el ASX. Hasta ahora el término SUV se había asociado al Outlander en la marca japonesa, pero el ASX se circunscribe en una nueva generación de todocamino más urbanos y más pequeños en los que podemos englobar otros lanzamientos recientes como el Nissan Juke, el Skoda Yeti, el Mini Countryman e incluso el Nissan Qashqai.

Todos comparten un tamaño que no alcanzan los 4,4 metros de largo (lo que era el estandar de los SUV compactos) y una concepción de lo que debe ser el diseño mucho más esmerado. No hay más que echar un primer vistazo al ASX para comprender que, con él, Mitsubishi se adentra en un terreno diferente a lo hecho hasta ahora. La tecnología ‘off-road’ la conocen y la manejan con maestría, por ello sólo han tenido que actualizar el sistema de tracción total inteligente AWC para estar al día. Con todo ese tiempo que parecen haberse ahorrado en dotar al ASX de tracción total los ingenieros de Mitsubishi se han detenido en detalles que mejoren el acabado y las prestaciones de este coche.

Respecto a su traza, el ASX parte, como no, del frontal Jet Fighter, la estrofa que se repite en todos y cada uno de los modelos de última hornada de ‘Mitsu’. Sin embargo, a diferencia del Outlander –del que se siente más próximo por filosofía, tamaño e imagen- este SUV de 4,3 metros tiene un perfil más bajo y mejor equilibrado. A la parrilla se le ha dado un tono más predominante en el conjunto estético de la delantera, en parte también gracias al capó con doble saliente, un detalle que tiene una doble función: proteger a los peatones en caso de atropello y proporcionar una referencia visual al conductor de dónde está el morro.

Detrás las diferencias se acentúan, con unos rasgos mucho más agresivos, tanto que los pilotos parecen fruncir el ceño... En el perfil, la línea de carácter que va desde el paso de rueda delantero hasta casi la prolongación de los grupos ópticos traseros subraya su terminación en cuña, una de las señas de identidad del ASX desde que se presentó como prototipo (Concept-cX) en el Salón de Fráncfort de 2007.

La cabina sigue las mismas leyes que el exterior: más diseño y mayor sensación de calidad. Al Outlander se le tachó de blando en este capítulo (algo que se ha tratado de solucionar en la versión 2010) y el ASX ha llegado con la lección bien aprendida. Ese mayor esmero se aprecia en los relojes inspirados en la industria de la moto, en la instrumentación con indicadores de alto contraste o en las aplicaciones en color plata de algunos mandos y de los paneles de puertas. En Mitsubishi afirman que se ha intentado que todo material al alcance de los viajeros y su anfitrión tengan un tacto suave. En cuanto al espacio, se da por hecho, ya que el ASX tiene una distancia entre ejes idéntica al Outlander.

El primer diesel MIVEC

Suavidad al tacto y también a la hora de conducirlo. Desde la marca se asegura que la nueva mecánica que estrena el ASX es el no-va-más en cuanto a sutileza. Para empezar, porque es la primera vez que se emplea el Control electrónico de Alzado Variable de Válvulas (MIVEC) en un turismo con motor diesel, el responsable del bajo ratio de compresión (14,9:1). Un detalle que es muy importante, y del que no es el único responsable este sistema de distribución activo, también la optimización de la forma de la cámara de combustión y las especificaciones de las válvulas de inyección hicieron posible este hito de la ingeniería. Más allá de lograr el nivel más bajo de compresión logrado por una motorización diesel, lo importante es que de esta forma se logra un bajo nivel de ruidos, vibraciones, asperezas (NVH), bajas emisiones (especialmente de NOx), y una mayor fiabilidad, además de suavizar las reacciones del motor.

Otra de las claves de la mejora de prestaciones del ASX es su nuevo turbocompresor de geometría variable. Este tipo de sistemas de sobrealimentación buscan una relación óptima tanto en bajas como en altas revoluciones, sobre todo a la hora de evitar un efecto retardo entre el momento en que el conductor exige una respuesta del motor con una mayor presión sobre el acelerado y hasta que se traduce en una reacción del propulsor. En este sentido, el diseño de ocho álabes en lugar de los 12 convencionales redunda en ampliar la banda de revoluciones en las que el turbocompresor implementa la aceleración y el empuje del motor.

Tecnología ClearTec de serie

A diferencia de otras marcas y modelos, que optan por crear versiones ‘eco’, Mitsubishi ha querido dotar de serie a toda su gama ASX de su tecnología ClearTec. Como otras firmas, este sistema en realidad encierra un conjunto de tecnologías que tienen como fin limar los niveles de emisiones y consumos. El más en boga y puede que uno de los más efectivos es el Automatic Stop & Go que, básicamente, detiene por sí mismo el motor cuando el coche se encuentra parado y en punto muerto y lo arranca de nuevo con sólo pisar embrague.

Menos conocido pero igual de eficiente, el sistema de regeneración de frenado (CGS) también tira de tijera para reducir el consumo. Sirviéndose de un alternador y una batería especial, el CGS hace acopio de energía en la fase de frenado, y la consume al ralentí, acelerando o a velocidad de crucero. Otros detalles como los neumáticos con baja resistencia a la rodadura, la dirección asistida eléctrica, el uso de un aceite de baja viscosidad o el empleo de diodos LED en las ópticas traseras colaboran en esta misión logrando que en ciclo mixto el nuevo Mitsubishi ASX versión 4x2 consuma sólo 5,5 litros y emita 145 gr/km de CO2 a pesar de sus 150 CV de potencia.

Siendo un Mitsubishi y un SUV, se entiende que la siguiente clave técnica del ASX sea la última versión optimizada del sistema de tracción total inteligente AWC. Este control electrónico de tracción sigue ofreciendo tres modos de funcionamiento gobernados por el conductor (2WD, 4WD y 4WD Lock) con la particularidad de que ahora la proporción de par que se desvía al eje trasero en las dos últimas posiciones es mayor. Así, en 4WD ese reparto puede pasar de 98/2 a favor del tren delantero hasta el 50/50, mientras en posición ‘Lock’ la proporción que llega a ser 1,5 veces mayor.

A la espera de conocer cuál va a ser el equipamiento de serie para Canarias del nuevo ASX, les podemos adelantar que en este sentido el nuevo SUV compacto de Mitsubishi también rompe muchos esquemas, un detalle que aunque encarece su precio, le permite medirse con lo más granado de un segmento que sigue mostrándose en forma a pesar de la crisis.

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