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A1: el más pequeño, el más Audi

  • Audi se atreve con el segmento de los Mini, MiTo, DS3 o 500
  • Las opciones de personalización elevan a ochocientas las combinaciones
  • Todos los motores son de inyección directa y turboalimentados

 

Escocidos porque el A2 no cuajó, en Audi se han tomado su tiempo para volver a ir con todo el equipo en el segmento cuya línea está por debajo de los cuatro metros de longitud. A diferencia de entonces, en Ingolstadt han sido consecuentes con las tendencias del mercado y han importado a la categoría de los mini compactos la misma partitura que tan buen resultado está dando a la marca.

Y no hablamos sólo de ventas absolutas, también de consideración y valor como fabricante de coches Premium. En Alemania aseguran que con el A1 entreabren un nuevo segmento, el de los compactos ‘talla S’ de lujo, pero realmente no es así y como muestra están los Alfa Romeo MiTo, Citroën DS3, Fiat 500 o, por supuesto, Mini, el verdadero catalizador que revolucionó esta porción del mercado en la que lo que prima es el estilo, las opciones de ‘customización’, las sensaciones puras y la deportividad. El orden de los factores es casi indiferente.

Audi se ha mudado a un lugar que ya tenía sus costumbres y como buen vecino se adapta a ellas. Las repasamos: un altísimo componente de diseño; un equipamiento tecnológico notable y en contacto con el mundo de las nuevas tecnologías; una oferta de mecánicas potente pero medioambientalmente sensatas y una arquitectura que intenta ladear hacia la deportividad el comportamiento neutro de los compactos súper ventas. En realidad, en el A1 que acaba de llegar a Canarias no hay notas discordantes, es la confirmación de la tendencia por uno de los grandes de la industria del automóvil, pero en esa conquista del lujo encerrado en menos de cuatro metros, Audi sí es capaz de lanzar la piedra más lejos que nadie. O por lo menos con más estilo...

Desde la marca sí aciertan cuando afirman que su nuevo umbral de acceso “es capaz de demostrar” en ese espacio tan contenido “todas las virtudes de Audi”. Y sí, lo es de los pies a la cabeza. La primera conquista del A1 es precisamente ésa, pero no la única. Es imposible no identificarlo como uno de los integrantes de la gama Audi, dado que es el segundo de la familia –tras el A8- que repite la parrilla ‘single frame Evo II’, con las esquinas superiores oblicuas. La forma de los faros, con el ceño del capó fruncido, o la superposición de planos que crean las tomas de aire con los antiniebla integrados y el spoiler delantero son tan genuinos del A1 como parte del código genético de Audi. Es en su reverso donde el A1 es más dispar. Los pilotos se integran en el portón, que está exageradamente definido por lo que denominan el borde de ruptura aerodinámica que crea una tímida hornacina para la matrícula. Muchos de esos detalles potencian la imagen ancha y aplomada de este modelo.

Ochocientos A1

De vuelta a los puntos comunes con los que ya son sus rivales, el A1 ofrece un colosal catálogo de personalizaciones. Hasta ochocientas combinaciones entre detalles del interior y el exterior para hacer de cada coche un reflejo de su propietario. El menú arranca con los once colores de la carrocería y sigue con el tono del arco del techo, el pequeño símbolo de la peculiaridad del A1 y cuyo color puede ir en paralelo al del resto del exterior, o romper la uniformidad con alguno de los cuatro cromatismos disponibles. Las carcasas de los retrovisores tambi én pueden ir a juego con la carrocería o con el arco y, para los maniáticos de la personalización, también hay juegos de adhesivos para el techo. Sumen a todo ello la  tonalidad del interior, el acabado de los difusores de ventilación (inspirados en la aviación), el tinte de los diodos LED del interior o del propio tapizado de asientos, reposabrazos y hasta de las rejillas de los altavoces… Imagínense las dimensiones del catálogo de extras del nuevo A1.

Ya que estamos en cabina, el A1 encierra dentro de sus tres puertas muchas de esas conquistas que decíamos al empezar. Aquí Audi se maneja como lo que es, uno de los principales fabricantes de vehículos de lujo y sólo ha tenido que adaptar su libro de estilo a las medidas del benjamín de su gama: 3,95 metros de largo, 1,74 de ancho, 1,41 de alto y una distancia entre ejes de 2.469 mm. Una bacanal de calidad visual y táctil a la que no escapan el cuadro de instrumentos o los mandos, en especial los que regulan la ventilación, quizá tan identificativo del nuevo A1 por dentro como lo es el arco del techo por fuera.

Dos acabados

En Canarias, el nuevo Audi A1 se comercializa en dos acabados, Attraction y Ambition. En el primero son de serie el volante deportivo de tres radios, el respaldo de los asientos traseros abatible en dos partes, la radio chorus, el cierre centralizado con control remoto, retrovisores exteriores con ajuste eléctrico, elevalunas eléctricos y asiento del conductor con regulación de altura. La línea de equipamiento Ambition se identifica por las llantas aleación ligera de 16 pulgadas, los faros antiniebla y el tubo de escape pulido brillante. El pomo de la palanca de cambio, el volante y la empuñadura del freno de mano están revestidos en cuero, las molduras de acceso y algunas zonas del interior resplandecen en diseño de aluminio. En cuanto a opcionales, el Audi exporta a este segmento algún que otro souvenir más habitual en ‘grandes compactos’ y berlinas como los faros xenón plus con luz diurna, los pilotos traseros en tecnología LED, el sensor de luz, el techo corredizo panorámico o la llave de confort.

El A1 también se trae al segmento de los mini compactos Premium su mando multifunción MMI con una pantalla a color de 6,5’’. Es una opción que va en paralelo a los dos equipos de sonido más avanzados que puede equipar el interior del A1. Y es que como apuntábamos al principio, en esta categoría hay una particular apuesta por las nuevas tecnologías en sonido y comunicación porque se entiende que el público al que se dirigen este tipo de coches están a la última en todo lo que se refiere a este mundo. Así, el equipo de música va desde el estándar ‘chorus’ hasta el MMI Navegation Plus pasando por el intermedio ‘concert’, con lector de tarjetas SD, conexión Aux In, procesador de doble núcleo de alto rendimiento y ocho altavoces.

La deportividad se intuye en el A1 Attraction y se siente con mayor fuerza en el acabado Ambition, ya que se distingue por unos muelles y unos amortiguadores más consistentes y más bajos. Sus diez milímetros menos de altura pasan a quince si se opta por el acabado S Line, más rígido todavía en suspensiones. Si se busca más nervio en su aspecto independientemente de cómo sea su bastidor, hay disponible un Kit Competition que incluye un perfil más acusado del spoiler delantero, un alerón trasero mayor, taloneras, difusor trasero y un embellecedor para las colas de escape. Incluso la filial de Audi en cuanto a preparaciones extremas, Quattro GmbH, se suma a esta orgía de extras con su propio catálogo.

Retomando la sensatez, la oferta de mecánicas tiene cuatro entradas, todas en paralelo al programa de eficiencia modular de Audi, es decir, todas las versiones incluyen tecnología Start/Stop, sistema de frenado regenerativo y bajos carenados para un mayor ahorro de combustible y menores emisiones de gases. De hecho, si de algo puede presumir el A1 es de librarse del pago del impuesto de matriculación en tres de sus cuatro versiones; sólo el 1.4 TSI con caja manual y no la S Tronic de siete velocidades emite por encima de los 119 gramos por kilómetro de CO2.

Las opciones parten del 1.2 TFSI de 86 CV y el 1.4 TFSI de 122 CV de potencia que consumen sólo 5,1 y 5,2 l/100 km respectivamente. El mecánica más potente de gasolina dispone de serie la caja S Tronic de doble embrague con siete velocidades. El motor diesel es el 1.6 TDI, pero con dos niveles de potencia, 90 y 105 CV, con consumos de apenas 3,8 y 3,9 litros a los 100 km. Todos de inyección directa y todos sobrealimentados.

Autor
Róber Martí
Periodista. Ha sido redactor del periódico Superdeporte así como en otros medios de especializados como Motor 2000 o Canarias Racing. Ha colaborado en Radio Marca, COPE y actualmente codirige el programa Motor en la Onda de Onda Cero Canarias.
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