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Kia estrena buque insignia

  • Capó largo, cabina retrasada y hombros muy marcados
  • Con el marchamo de "puesto a punto en el Nürburgring Nordschleife"
  • Motores de 370, 255 y 200 CV de potencia

Después de haber armado uno de los menús más variados de modelos crossover del mercado con los Niro y Stonic, Kia dirige ahora su punto de mira hacia un territorio que es (prácticamente) coto exclusivo de los fabricantes europeos: el de las berlinas deportivas. Lejos de imitar esa tendencia reinante, Kia hace una apuesta atrevida invocando el espíritu de los Gran Turismo más canónicos con el Stinger, el coche de serie de mayores prestaciones jamás producido por la marca y que se ofrece con tracción trasera o tracción total. 

Su diseño ya da pistas de ese peso específico del tren posterior en este coche que mide 4,83 metros de largo y 1,87 de ancho. Las proporciones rinden tributo a los clásicos GT con un capó largo, un voladizo delantero diminuto, una gran distancia entre ejes (2,9 metros), una baja línea de techo y un parabrisas y una luneta posterior muy inclinados. Este patrón gran turismo se viste con una serie de componentes que mejoran su aerodinámica como las branquias junto a los pasos de rueda, las tomas de aire con láminas en el frontal, el difusor trasero integrado y, por supuesto, elementos que son ya el ADN de Kia como la parrilla ‘nariz de tigre’ o las ópticas. Hay versiones como la GT Line y la GT con sus propios códigos estéticos, como acabados en cromo oscurecido, las llantas de 19’’, equipo de frenos Brembo con pinzas rojas y una cuádruple salida de escape.

Acorde con ese carácter prestacional, el interior rezuma deportividad en cada rincón. El cuadro integra una pantalla TFT con datos como las fuerzas G laterales o los tiempos por vuelta y en las versiones más nobles, las GT Line y GT, el volante tiene su base plana. Los asientos tienen unos contornos muy marcados y pueden estar tapizados en esa variantes ‘tope de gama’ en cuero negro con costuras grises o napa suave.

El sistema de infoentretenimiento tiene su piedra angular en una pantalla de ocho pulgadas enlazada a un equipo de sonido Harman-Kardon de 720 W y 15 altavoces. Los difusores de aire, de inspiración aeronáutica, son redondos y se reparten entre la zona delantera y trasera de la cabina. A propósito de esas plazas posteriores, la gran batalla permite a todos los ocupantes disfrutar de mucho espacio para las piernas.

A los mandos, el conductor se sienta a sólo 180 mm del asfalto en la posición más baja de los asientos. Es un inmejorable punto de partida a la hora de tener las sensaciones de conducción más puras, más aún cuando el Stinger es uno de esos coches con el marchamo de “puesto a punto en el Nürburgring Nordschleife”. Además del chasis con suspensión delantera McPherson y trasera multibrazo, Kia ha querido proporcionar a su nuevo modelo las mismas armas que muchos de sus nuevos rivales: una amortiguación con control electrónico ajustable mediante el selector de modos de conducción sobre los programas Eco, Sport, Sport+, Comfort y Smart.

Hablar de prestaciones es hacerlo del motor V6 biturbo de 3,3 litros con 370 CV de potencia y 510 Nm de par máximo con el que el Stinger puede acelerar de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos y su velocidad máxima ronda los 270 km/h. Pero, además de este propulsor que hace a este modelo el más prestacional de todos los fabricados en serie por Kia, también existen otras dos variantes de motorización, ambas sobrealimentadas: el 2.0 gasolina de 255 CV y el 2.2 diésel de 200 CV. De serie independientemente del motor, monta la segunda generación de la caja de cambios automática de ocho velocidades y toda la fuerza puede transmitirse a las ruedas traseras (con un diferencial autoblocante opcional) o a las cuatro ruedas mediante el sistema de tracción total equipado con control dinámico de par vectorial.

En seguridad, el Stinger también es ambicioso al vestir su Sistema de Gestión de Estabilidad con avanzados asistentes a la conducción. Dispositivos como el aviso de colisión frontal y frenada de emergencia autónoma con detección de peatones; el control de crucero inteligente; el sistema de asistencia de mantenimiento en el carril; la alerta de tráfico cruzado trasero; el sistema de monitorización del entorno a baja velocidad; el de detección de vehículo en el ángulo muerto o el asistente dinámico para luces de carretera. En sintonía con alguno de sus rivales mejor equipados, el puesto de conducción se enriquece mediante una pantalla head-up display que proyecta sobre el parabrisas datos como la velocidad, la navegación, el control de crucero y el detector de ángulo muerto.

 

 

Autor
Róber Martí
Periodista. Ha sido redactor del periódico Superdeporte así como en otros medios de especializados como Motor 2000 o Canarias Racing. Ha colaborado en Radio Marca, COPE y actualmente codirige el programa Motor en la Onda de Onda Cero Canarias.
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